La ópera en la prensa peruana.
Características
y análisis de la información musical
Recibido: 11 de agosto de 2013
Aceptado: 10 de marzo de 2014
Universidad de San Martín de
Porres (Perú)
Resumen:
El incremento de la actividad cultural en el Perú en los últimos años requiere un
complemento desde los medios de comunicación que aporte al progreso de este
sector y a la formación de públicos. Además, la cultura y la educación, así
como la economía, son factores clave para el desarrollo de la sociedad y los
medios deben asumir su responsabilidad social no sólo emitiendo mensajes
informativos, sino también instructivos, críticos y orientadores. Según
especialistas y profesionales dedicados a la música académica y lírica, el
periodismo cultural en el Perú no está completamente desarrollado: en muchas
ocasiones se omiten eventos de gran trascendencia y en otras solo se publican
aspectos triviales. En ese sentido, para abordar este tipo de temas, los profesionales
de la información requieren una preparación constante y un alto sentido de la
ética que los lleve a construir una sección sólida con información útil para el
público.
Palabras clave:
Periodismo, cultura, sociedad,periodismo cultural, prensa, noticias,crítica,
ópera, música, desarrollo de la sociedad, opinión.
Abstract: The increased cultural activity in Peru within the last years requires a
media complement that contributes to
advance in this sector and educate the public. In addition: culture, education
and economy are key factors for social development and media must assume their
responsibility by not just emitting informative messages, but also instructive,
critic and orientated ones. According to academic and operatic music specialists
and professionals, cultural journalism in Peru is not fully developed: in many
situations great importance events are omitted and in others only trivial
aspects are published. In that sense, to address such issues information
professionals require a constant preparation and a high sense of ethics so they
build a solid section with useful information for the public.
Key words:
Journalism, Culture, Society,Cultural Journalism, Media, News, Opera,Music, Social Development, Review.
1. Introducción
En referencia directa a los periódicos, los editores prefieren el periodismo de espectáculo. No obstante,
el lector puede encontrar información cultural, en un reducido espacio compartido con los crucigramas, sudokus
y horóscopos, en algunos medios como El
Comercio, La República o El Peruano.
Y si se habla de periodismo cultural sobre ópera, será más difícil de encontrar contenidos al respecto. En su
defensa, podrían decir que no hay actividad lírica en el Perú, pero resultaría
una afirmación falsa.
La
actividad lírica en el Perú ha crecido en los últimos tiempos gracias
al esfuerzo de diversas asociaciones
privadas que, año a año, buscan auspicios para financiar sus
producciones. A estas entidades se suma la aparición de plazas como el
Gran Teatro Nacional e incluso la reinserción del Teatro Municipal de
Lima al circuito cultural local. Además, contribuye el éxito
internacional de personajes como el tenor Juan Diego Flórez, cuyo
dominio del arte de la técnica del canto ha llamado la atención incluso
de personas ajenas a la ópera, motivando que se interesen por este arte2.
Siendo
entonces el periodismo una profesión dedicada permanentemente al
servicio de la sociedad, resulta importante conocer más sobre su rama
cultural y sobre cuáles son las características que tiene la difusión
de informaciones relacionadas a la música lírica. Material que, por sus
contenidos, deberían contribuir con la formación de públicos, ampliar
el conocimiento y fomentar un sentido crítico en el lector respecto a
la
apreciación de arte.
Este trabajo presenta los resultados de una investigación sobre las características del periodismo
cultural en la música lírica, centrada principalmente en el análisis de contenido de 25 noticias de la sección “Luces” de El Comercio publicadas entre el 2007 y 2011 sobre las temporadas de
ópera realizadas en Lima.
1. Por ejemplo, Paola Reaño,
subeditora de la revista Buensalvaje,
señala que en el sector faltan políticas culturales más francas y arriesgadas. “A
veces nos quedamos adormecidos por los malos augurios (el ‘nadie lee’ o ‘aquí
los artistas se mueren de hambre’) y pasamos por alto que esa ausencia de
plataformas culturales es también responsabilidad nuestra [...] Parte de
nosotros crear estos espacios y sobre todo mantenerlos” (ápud Sánchez, 2013).
2. Molinari (2013) señala que los personajes que más han resaltado el
nombre del Perú en el mundo son los cantantes líricos, poniendo como ejemplos
al tenor Alejandro Granda, exitoso entre los años 1920 y 1950; a Luis Alva,
cuya actividad estuvo entre los años de 1950 y 1970; Ernesto Palacio, que
destacó desde la década de 1970 hasta 1998; y, finalmente, Juan Diego Flórez,
que viene realizando una importante carrera internacional desde
1997.
2. Metodología
El criterio para escoger noticias referidas a las temporadas líricas
radica fundamentalmente en la importancia del evento como un acontecimiento
cultural que involucra a públicos y productoras, que tiene amplia trascendencia
nacional y, en ocasiones, internacional, como se verá más adelante. Por su
parte, las fechas fueron seleccionadas debido a los cambios ocurridos en el
ámbito lírico como la desaparición de la Asociación Prolírica, el ascenso de la
Asociación Cultural Romanza, la creación del Festival Internacional de Ópera
Alejandro Granda, la reapertura del Teatro Municipal de Lima y la construcción
del Gran Teatro Nacional.
La investigación fue orientada al enfoque cuantitativo y cualitativo. La apreciación cuantitativa comprende una
valoración de las características medibles o con explicación numérica para el
estudio morfológico de las informaciones, mientras que la sustentación cualitativa
está referida al estudio de contenido.
En resumen, esta investigación del tipo descriptiva y explicativa busca
responder el fenómeno que origina determinadas características en el periodismo
cultural relacionado a música lírica, y además las condiciones que se ofrecen
en el medio utilizado para el presente estudio.
3. La cultura, el periodismo y sus roles en beneficio de la sociedad
3.1. Aportes de la cultura al
desarrollo de la sociedad
Durante la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales realizada entre julio y agosto del año 1982 en México, realizada por
la UNESCO (1982), la comunidad internacional firmó una declaración en la que el
término cultura se definía de la siguiente manera:
“La cultura puede considerarse actualmente como el
conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y
afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba,
además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales
al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias y que
la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la
que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y
éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos
opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo,
se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias
realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo
trascienden”.
Es importante, además, detallar algunos puntos de la declaración en la que la comunidad internacional reconoce a la cultura como
una “dimensión fundamental del proceso de desarrollo”. Este último término es
definido en el mismo número 10 de la declaración como el que “persigue el
bienestar y la satisfacción constante de cada uno y todos”.
El punto 18 de esta declaración se refiere también
a otro aspecto importante vinculado a cultura y sociedad: la democracia. La
cultura procede de la comunidad entera y a ella debe regresar. No puede ser
privilegio de élites, ni en cuanto a su producción ni en cuanto a sus
beneficios. La democracia cultural supone la más amplia participación del
individuo y la sociedad en el proceso de creación de bienes culturales, en la
toma de decisiones que conciernen a la vida cultural y en la difusión y
disfrute de la misma” (UNESCO, 1982: web).
Kliksberg (1999: web) destacó que la cultura es parte importante del capital social calificándola de instrumento formidable para el progreso económico y social; pero además de ser solo un instrumento, señala, el desarrollo cultural enriquece el espíritu de una sociedad y sus individuos. Por su parte Guédez (2002: web) escribió una serie de aportes de la cultura y la educación al capital social en aspectos de sustentabilidad, cooperatividad y gobernabilidad (figura 1):
En suma, la cultura es un factor fundamental para
el desarrollo de las sociedades, por tanto debe democratizarse y llegar a los
distintos niveles socioeconómicos. Parte de la responsabilidad de hacer
accesible la cultura viene también de los medios de comunicación, que deben
incluir en su oferta no solo “lo que le gusta a la gente” (Gargurevich, 2009:
web), sino también cumplir con una función formativa.
3.2. El periodismo como constructor de la realidad social
Para Contreras (2005: web), los medios construyen la realidad social por el simple hecho de darle más importancia a unos eventos
y convertirlos en mediáticos o en lo que se conoce como lo actual. Por tanto,
descarta las ideas utilizadas por muchos comunicadores de que los medios son
meros “espejos de la realidad” y que los periodistas solo “constatan y relatan”
los hechos. Además, el mencionado autor señala que la actividad periodística es
principalmente interpretativa:
“La noticia no es algo tangible que está ahí esperando: existe porque los periodistas aplican determinados
procedimientos para observar, interpretar y representar cosas que pasan en la
sociedad. No hay nada en la realidad que ‘obligue’ a los profesionales de la
información a colocarlo en la primera página de un periódico. Si ofrecen una
determinada noticia es porque consideran que tal hecho, en las concretas
circunstancias de tal ciudad o país, puede interesar a un público amplio. [...]
La autoridad moral del periodista y del medio se fragua en ese saber
interpretar la realidad desde dentro y en conseguir mantener la confianza del
público, mostrando que sus valoraciones son fruto de un ejercicio profesional
honesto: que cuando decide dar o no dar una información, ofrecerla con un
relieve mayor o menor, desde un punto de vista o desde otro, o usando
determinadas expresiones, lo que se mueve son criterios profesionales” (ibídem).
Al respecto, Martín Serrano (1984: web) explica que por un lado son los
medios los que escogen los temas a presentar, así como el tiempo o espacio que
se le dedicará a cada uno; y por otro lado, cada persona tendrá acceso a
determinado medio “y no siempre dispone del tiempo o del horario adecuado para
optar entre los distintos contenidos que un medio impreso ofrece en sus páginas,
o que un medio-audio programa a lo largo de la jornada”. Sobre la base de una
investigación realizada al público español, el investigador señala, en el texto
citado, que los medios prefieren los temas de poca relevancia como temas de “vida
social”, “sucesos”, “frivolidades” para alienar “la participación en los
problemas sociales y políticos que le afectan y en la que las audiencias poseen
poca conciencia de sus problemas e intereses”.
Gargurevich (2009: web) advierte que el periodismo “no es ya otra cosa que la recolección y publicación preferente de noticias de la farándula, los delincuentes y los deportistas. Quedan excluidas las informaciones políticas, económicas, culturales que ocupan espacios que pueden ser muy bien destinados a más noticias sobre farándula, delincuentes y deportistas”. Aunque señala que hay “excepciones honrosas”, la mayoría de medios usan “los mismos criterios de noticiabilidad y en consecuencia no hay ya referente, no hay manera de comparar cuál es mejor o peor” y resulta una “formidable demostración de que estamos [...] en la ruta de ‘lo que le gusta a la gente’”.
Teniendo en cuenta, entonces, que los responsables
de los medios son quienes definen sus propias agendas y la tendencia actual es
preferir lo superficial a lo cultural o a los problemas de fondo, muchos
personajes locales vinculados a este campo han debatido en el país sobre las
razones por las que se dedica un espacio diminuto a la cultura. Por un lado,
Fernando Ampuero afirmó que esto es generado por desinterés de los propios
medios que, a lo mucho, dedican un pequeño espacio a la crítica cinematográfica
y, en el peor de los casos, solo a evaluar películas con estrellas. Las otras
actividades, entonces, son un “desierto de escalofrío” (ápud Sánchez, 2013: web). Por otro lado, Gumersindo Lafuente
expresó que en estos tiempos “se está mezclando todo y se nos está vendiendo
por cultura cosas que están más relacionadas con el espectáculo y el mercado”.
En ese sentido, los medios optan por “lo que vende frente a lo interesante pero
que vende menos” (ápud Yáñez, 2012:
web).
Para Lafuente el periodismo cultural tiene “un
campo de acción muy extenso” que debe cumplir a cabalidad con las audiencias: “hoy
más que nunca las audiencias piden criterio, personas con conocimiento que les
ayuden a filtrar, a decidir, a comprender. Y en los ámbitos culturales, el
criterio especializado es en el que tiene más relevancia” (ibídem). Además, dicho autor se refiere a la labor periodística de
investigación, la cual está más dedicada a los escándalos políticos o
económicos; no obstante, considera que también podría aplicarse en el campo
cultural para tratar temas “relacionados con la falsificación, con la copia, con
la reproducción ilegal”. La realidad es distinta, pues el periodismo cultural,
en sus propias palabras, “ha tenido tradicionalmente un tono más amable” (ibídem).
3.3. La
ética en el periodismo cultural
Otro aspecto que no debe dejarse de lado es la ética
en la especialidad cultural. Para Fernando Garavito (Martín-Barbero, Ulanovsky
y Garavito, 1991: 48) hay grandes retos que consisten en “indagar, romper,
estigmatizar, denunciar”. En ese sentido, el periodismo cultural va más allá de
presentar notas con lo superficial de algún evento artístico. El profesional de
esta especialidad debería manejar temas de políticas culturales, sociedad, arte
en general y difundir su información con la conciencia de que su labor está al
servicio del público y no de sí mismo.
Al respecto, el profesor de comunicación Rafael Núñez Grassals (2011: web) planteó una pregunta que lleva a la reflexión: ¿Para quién trabaja el periodista?
“Esta sencilla pregunta…abre por lo menos tres posibilidades de respuesta al parecer igualmente sencillas, pero
en esencia de grados distintos de problematización y, por tanto, de utilidad y
alcances también distintos a la luz del criterio ético:
a)
El periodista trabaja para sí mismo.
b)
El periodista trabaja para la empresa de prensa.
c)
El periodista trabaja para la sociedad.
Cada una de esas respuestas conduce al despliegue
de un programa ético diferente, tiene costos diferentes y da lugar a efectos
también diferentes. En fin: el acto ético no es gratuito. Tiene consecuencias:
cuesta”.
Tratar la ética en el periodismo cultural es
también tratar un género de opinión recurrente en este campo como es la
crítica, que requiere un alto sentido ético de parte de quien la firme.
Natividad Abril precisa que quien se dedique a escribir crítica debe cumplir
con dos condiciones: “gustarle la especialidad artística que elija y un elevado
concepto de la honestidad” (ápud
Yanes, 2005: web). Además, señala que es necesario evitar los prejuicios razón
por la cual se debe formar una opinión basada en un análisis riguroso de la
obra. En ese sentido, Rivas Iturralde (2010: web) detalla:
“Un comentario crítico bien escrito logrará transmitir al lector la emoción provocada por la música en el
crítico. Y esa emoción no suele provenir de un encendido lirismo estilístico
como de una gran exactitud en las palabras. Las de Alfred Einstein, por
ejemplo, acerca del Quinteto en Sol menor K. 516 de Mozart, poseen una emoción
contagiosa. Por otra parte, una descripción puramente adjetivada de una obra
musical será superficial e insuficiente, pura palabrería, si no se sustenta en
el descubrimiento y reflexión de los hallazgos técnicos”.
4. La lírica en el Perú en los últimos treinta años
Si bien el Perú ha sido un país de intensa actividad lírica, esta no se ha cultivado adecuadamente debido a una ausencia
de políticas culturales que garanticen estabilidad y constante movimiento del sector30
, asícomo el fortalecimiento de la enseñanza musical en el país31
. A ello hay que sumarle los períodos de crisis como la guerra con Chile o la dictadura militar de la década
del 70 que paralizó al sector operístico32.
30. Molinari (2013) precisa que a inicios de la República, la actividad
lírica era casi diaria con compañías como la de la soprano Rosa Merino. Del
mismo modo, el compositor Juan Sixto Prieto dejó plasmado en su libro El Perú en la música escénica una larga lista de obras inspiradas en el
Perú que, muchas de ellas, fueron estrenadas aquí. Su investigación va desde 1658 en adelante. Por otro lado, el
musicólogo argentino Rodolfo Barbacci compuso
Apuntes para un diccionario biográfico musical peruano, 96 páginas de información sobre los personajes nacionales vinculados a la actividad musical en el país.
31. Por ejemplo, es recién en el 2008, después de 100 años de creación, que
el Conservatorio Nacional de Música obtiene de parte del Gobierno el
reconocimiento de que los estudios superiores realizados ahí sean equivalentes
a los realizados en universidades (grado académico y título profesional de
licenciado).
32. Ernesto
Palacio, director artístico del Festival Internacional de Ópera Alejandro
Granda y agente de Juan
A
partir de la década del ochenta, sin embargo, se experimentó un
resurgimiento con temporadas anuales que fueron promovidas por
el tenor Luis Alva. La Fundación Pro Arte Lírico (FUPAL), que años
después cambió su nombre a Prolírica, presentaba tanto óperas como
zarzuelas y
conciertos en la ciudad, enriqueciendo la oferta cultural en ese sector
(cf. Asociación Cultural Romanza, 2012:
web).
En cada temporada reunía a artistas extranjeros como Marco Armiliato, Roberto Servile, Svetla Krasteva, Daniela Barcellona,
Stefano Pellegrino e incluso, gracias a la asociación de Alva, llegaron a Lima personajes como Teresa Berganza, Victoria de los
Ángeles y Luciano Pavarotti. Además de ellos, en las temporadas de FUPAL y Prolírica también participaron artistas como Ernesto
Palacio, Raúl Cragg, Claudia Clarich, María Eloísa Aguirre, Humberto Zavalaga, Francisco Petrozzi, Jacqueline Terry, Jimena
Llanos, Josefina Brivio, Andrés Veramendi, Xavier Fernández, entre otros.
Según la publicación del website de la Asociación Romanza, hubo también otras entidades que aparecieron en la década de 1990 y
desaparecieron los primeros años del 2000 como Renacimiento y la Orquesta Filarmónica de Lima.
En 2001 aparecieron los Amigos Peruanos de la Ópera con la dirección
artística del retirado tenor Ernesto Palacio, quien además es agente artístico
de Juan Diego Flórez y otras grandes figuras mundiales de la lírica. Esta
asociación presentó tanto a Flórez como a otras estrellas: Mariella Devia,
Katia Ricciarelli, Paolo Bordogna, Riccardo Frizza, entre otros.
A partir del 2006, la Asociación Cultural Romanza inició oficialmente
sus actividades presentando ópera y zarzuela. Para sus temporadas llegan
destacados artistas internacionales como Enrique Ricci, Giuseppe Altomare,
Verónica Villarroel, Emmanuel Siffert, Matteo Pagliari; además de apostar por
el talento nacional con representantes como Andrés Veramendi, Josefina Brivio,
Jimena Llanos, Xavier Fernández, Ximena Agurto, Rudi Fernández, entre otros. Romanza
continúa vigente gracias al esfuerzo de su presidente, Enrique Bernales, y los
miembros asociados que buscan auspicios para financiar las temporadas anuales.
El 2008 fue un año particularmente interesante. Además de su temporada
habitual, la Asociación Romanza hizo una coproducción
con los Amigos Peruanos de la Ópera y, con apoyo del Gobierno Regional
del Callao, realizaron la I edición del Festival Internacional de Ópera
Alejandro
Granda (conocido también como Festival Granda). El programa de ese año
fue Rigoletto de Giuseppe Verdi y atrajo la
atención de todo el mundo ya que Juan Diego Flórez hacía su debut internacional
en el personaje del Duca di Mantova.
Diego Flórez, califica de “oscurantismo total” el período de dictadura
de Juan Velasco Alvarado. Señala que hasta la década del 60 la compañía de
ópera que venía normalmente presentaba varias obras en una temporada; además
fue una buena época para la Orquesta Sinfónica Nacional con un director de
nivel como Luis Herrera de la Fuente. De otro lado, a modo de recuerdo, el
presidente de la Sociedad Filarmónica de Lima, Salomón Lerner Febres, señaló
también que en la década del 60 el Teatro Municipal de Lima “funcionaba
maravillosamente” y hasta pudo ver en su época de estudiante alguna función del
compositor Igor Stravinski y del pianista Wilhelm Kempff.
De otro lado, en ese mismo año Prolírica bajaba el telón tras 30 años de trabajo intenso. La asociación de Luis Alva se despidió
de los escenarios con Madama Butterfly y una Gala en honor a Giacomo Puccini.
En 2009, otro evento importante fue el debut mundial de Ildar Abdrazakov como Attila,
en la ópera homónima de Giuseppe Verdi, que se realizó en el II Festival
Granda. En 2010, los directivos deciden independizarse y continuar con el apoyo
del Gobierno Regional del Callao33
. Para la III edición se programó las óperas Norma, de Vincenzo Bellini y LaFavorite, de Gaetano Donizetti. Este
evento operístico vigente y tiene programado para su VIII edición, en el año 2015, la presentación de la ópera Lucia di Lammermoor, con la destacada
soprano australiana Jessica Pratt como protagonista.
Tras su inauguración oficial en 2012, el Gran Teatro Nacional ha presentado varias producciones de ópera con una breve
temporada anual, en la que reúne a los elencos nacionales (Orquesta Sinfónica
Nacional, Coro Nacional del Perú, Coro Nacional de Niños y Ballet Nacional).
Esta constante actividad operística anual de diversas entidades, que incluyen producciones independientes o presentaciones
de instituciones educativas (por ejemplo Idomeneo,
de Mozart presentado en 2012 por la Universidad de San Martín de
Porres), los
medios han comenzado a prestar especial atención a las agendas y
actividades que realizan los artistas nacionales en el extranjero.
Además de Juan Diego Flórez, el Perú tiene otros representantes que
destacan en el mundo como los directores de orquesta Miguel
Harth-Bedoya, Carmen Moral o David del Pino; cantantes líricos como
Andrés Veramendi, Jimena Llanos, Josefina Brivio y Francisco Petrozzi;
compositores
como Jimmy López, quien recibió un encargo de la Ópera Lírica de
Chicago para
componer la ópera Bel Canto, una obra que se estrenará el 2015 y tratará sobre la toma de rehenes en la residencia
del ex embajador japonés en el Perú sucedida entre finales de 1996 y 1997.
5. Características del periodismo cultural peruano sobre ópera
De acuerdo con Molinari (2013), en el Perú el periodismo cultural sobre
lírica es muy superficial o mundano, ya que se queda en lo pomposo o en la
anécdota y no aborda los temas de fondo. El director ejecutivo de “Sinfonía por
el Perú” recuerda a Raygada como uno de los más grandes críticos que tuvo el
país, función que cumplió años después Alejandro Yori y recientemente José
Quezada Machiavello, hasta que terminó su colaboración con El Comercio.
33. Al respecto, Ernesto Palacio comentó: “El Festival Alejandro Granda
crece y se ha vuelto adulto. Se ha independizado de las dos asociaciones que lo
habían creado: Romanza y Amigos Peruanos de la Ópera”. Por su parte, Aurelio
Loret de Mola, quien fue presidente de la directiva, expresó: “Somos enemigos
de la chapucería y de la mediocridad, presentamos óperas al nivel de los
mejores teatros del mundo” (ápud
Planas, 2010).
Con la finalidad de analizar el periodismo cultural, centrada temáticamente en la ópera, se han revisado ediciones de El Comercio34.
Al revisarse el material hemerográfico, se observa que la actividad
lírica en el Perú ha ido creciendo poco a poco en los últimos años. Sin
embargo, el espacio dedicado en El Comercio a la ópera en el país ha sido, usualmente, breve (figura 2).
A continuación se detallan los resultados35 más saltantes:
El espacio más pequeño dedicado a una noticia sobre
ópera ha sido el 12.20% de la página total (52.50 x 29.5 cm.), bajo el título “Temporada
Lírica 2009 en el Teatro Segura” (10/ VI/2009, “Luces”, p. 8). El texto no está
firmado y tiene grandes similitudes con la nota de prensa enviada por la
Asociación Romanza, que también habría sido copiada por otros medios (cf. RPP, 2009). En el texto se
encuentran varias imprecisiones en los nombres de los cantantes (“Elena
Kancheva”, “Jaqueline Terry”, “Karoly Shnerredy”; en lugar de Ina Kancheva,
Jacqueline Terry y Károly Szemerédy), y además no profundiza o detalla, por
ejemplo, la importancia de las obras a presentar o la trayectoria de los
cantantes.
La
noticia a la que se le dedica mayor espacio en cuanto a superficie
redaccional es el texto “La zarzuela
despide la temporada lírica” (9/IX/2007, “Luces”, p. 17), referido a la
temporada lírica organizada por la Asociación Romanza, con un total de
45.68%
de la página total. Este texto destaca la importancia de la presencia
de
artistas internacionales y también aborda, aunque en menor detalle, el
programa
de zarzuela. El texto no lleva firma y no cuenta con declaraciones.
34. Se procedió con la revisión de
ejemplares del diario El Comercio
aparecidos entre septiembre de 2007 y agosto de 2011, escogiéndose 25 noticias
sobre las temporadas líricas nacionales, todas ellas aparecidas en la sección “Luces”.
Para el análisis de contenido se utilizaron criterios de evaluación como el
medio, los géneros periodísticos, el vínculo de la noticia con otras, el tamaño
del texto, la ubicación, acompañamiento gráfico, autor, los elementos del
texto, los tecnicismos y la explicación del hecho.
35. Leyendas
que aparecen en la tabla: S. R. cm/col. = superficie redaccional en
centímetros/columna; Rep. Inter.
= reportajes interpretativos; I. P. = Informaciones periodísticas; Opin.
= Opinión; Inf. not. = Informaciones, noticias; Fot. = Fotografía. Las celdas
sombreadas corresponden a los textos de opinión.
Una característica de la sección “Luces” de El Comercio es el predominio de la imagen sobre el contenido. En ese sentido, un hecho de importancia
internacional como el debut de Juan Diego Flórez en el rol del Duque de Mantua, de Rigoletto, en el I Festival
Internacional de Ópera Alejandro Granda, solo tuvo 16.46% de texto y el resto fue una fotografía de gran tamaño (figura 3)
Precisamente este debut sí tuvo una crítica extensa firmada por José
Quezada Macchiavello (2008), la cual ocupó el 32.54% del tamaño total de la
página. La primera parte del texto estuvo dedicada a la importancia de la ópera
para los inmigrantes italianos en el Callao; luego, el autor escribió
brevemente sobre Alejandro Granda y el teatro que lleva el nombre del tenor. A
continuación, se dedicó varias líneas al debut de Juan Diego Flórez y finalizó
con breves comentarios del resto del elenco y la dirección orquestal y
escénica.
El 28 de julio del 2008 se publicó una nota informativa sin firma sobre
la temporada lírica de la Asociación Romanza en el Teatro Segura, titulada “Nueva
temporada lírica en el Teatro Segura” (28/VII/2008, “Luces”, p. 3). En ella se
pueden observar algunas imprecisiones, como la hallada en su segundo párrafo: “La
temporada inicia con las zarzuelas La
Dolorosa, de José Serrano; y Antología
madrileña de Federico Chueca, esta última preparada especialmente en
memoria del centenario del fallecimiento del afamado compositor valenciano,
considerado uno de los máximos representantes del ‘género chico’”.
Según el texto, el lector podría entender que Chueca es el “afamado compositor valenciano”, pero una pista para entender lo
que se quiso decir está en la frase anterior
(“en memoria del centenario del fallecimiento”). El compositor Federico Chueca nació en Madrid (no es natural
de Valencia) y murió en 1908. José Serrano, por su parte, sí es valenciano y murió en 1941.
Otro detalle que llama la atención es que en el penúltimo párrafo se afirma que en Tosca “los barítonos Giuseppe Altomare (Italia) y Homero
Pérez-Miranda (Chile) alternarán en el rol de Piero”. Como se sabe, la ópera Tosca
de Puccini no tiene ningún
personaje con ese nombre. El papel para barítono es Scarpia. Un error
similar aparece en otro texto (Bedoya, 2010). Si bien cuenta con
información importante
y recoge declaraciones de la mezzosoprano Daniela Barcellona y el tenor
Dmitry Korchak, se confunde el nombre del personaje Fernando y se le
llama “Francisco”.
Se podría suponer que fue un error que pasó los filtros hasta llegar
finalmente a la imprenta.
Al año siguiente, en 2009, la II edición del Festival Granda trajo otro importante debut mundial: el del bajo
ruso Ildar Abdrazakov. Él estrenó en escena (ya lo había hecho antes en concierto) el rol protagónico de la ópera Attila.
El diario El Comercio le dedicó dos textos que sumados no llegaron al total de espacio dedicado el año anterior a Rigoletto. El primero tuvo como
encabezado “Crítica de ópera”, de Alberto Servat (2009), donde dice
literalmente: “dejando la evaluación musical para los entendidos”. Es decir, el
autor dedica su opinión exclusivamente a la producción escénica.
Como complemento al texto incompleto divulgado días atrás, se publica
una columna de opinión titulada “Un
elenco de clase mundial”, firmada por Quezada Macchiavello (2009). En
ella, el especialista detalla los aspectos musicales de la función,
pero omite los
escénicos (se presume que porque ya se había publicado una crítica
anterior al respecto).
En febrero de 2011, El Comercio publicó una crónica a Juan Diego Flórez (Trivelli,
2011a y 2011b), como la continuación de una breve introducción informativa
difundida en la portada de esa sección (destaca, como es habitual, una gran
fotografía). “Andanzas de un tenor en Bogotá” (Trivelli, 2011b) abarca el
31.09% del total de la página utilizado solo texto, mientras que el resto se
completa con cuatro fotografías. El contenido es interesante, amigable para el
lector y relata los proyectos del tenor con el Sistema de Orquestas Infantiles
y Juveniles, así como el personaje que preparaba para presentar en Lima meses
después.
Sobre este último punto, la IV edición del Festival Internacional de Ópera Alejandro Granda presentó ese año
el Réquiem, de Giuseppe Verdi; y El Barbero de Sevilla, de Gioacchino
Rossini. La nota titulada “Un canto para el descanso eterno” (18/IV/2011, “Luces”,
p. 2) presentó un contenido bastante ilustrativo sobre el Réquiem, desde sus orígenes hasta los requerimientos musicales para
su realización. El texto ocupó 14.31% del total de la página e incluyó 5
fotografías, cuatro de los solistas de la obra, en tamaño pequeño; y una de
Juan Diego Flórez que resaltaba mucho más que las otras, pese a que el tenor no
participaba en esa obra, aunque sí era parte del Festival.
6. Recomendaciones finales
A lo largo del presente trabajo se ha detallado la importancia de la preparación del periodista que desee dedicar su carrera al
campo cultural. Además, se puede colegir que la difusión de cultura a través de
medios masivos, como un periódico, requiere, al igual que el conocimiento, la
capacidad de quien escribe para poder hacer accesible la información a todo
tipo de público.
Los medios de comunicación deberían proponer una serie de contenidos que serán consumidos por el público. Para lograrlo, es
necesario que cuenten con especialistas tanto en las áreas de redacción y
edición que dediquen su tiempo a investigar y conocer más sobre cultura y
manifestaciones artísticas.
Asimismo, las universidades en el Perú deben insertar en sus planes de estudio la cultura y el arte como especialización en
la carrera de periodismo. Y es que la falta de preparación, la poca difusión y
el alto grado de superficialidad de las informaciones que usualmente se
presentan hace pensar que el periodismo cultural es una especialidad light. No obstante, es responsabilidad
del comunicador construir su credibilidad y respetar a su profesión y al
público ofreciendo contenidos de calidad.
Fuentes consultadas
Asociación
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