Periodismo deportivo. Nuevas tendencias
y perspectivas de futuro
Recibido: 02 de noviembre de 2013
Aceptado: 01 de septiembre de
2014
Universidad de Sevilla (España)
Resumen: El
periodismo deportivo sobresale como una modalidad informativa de alto
impacto social por la universalidad de la materia abordada y, al mismo
tiempo, por su gran arraigo intranacional. Esta área informativa
atraviesa por un momento de expansión con el nacimiento en los últimos
años de nuevos medios de comunicación especializados en los diferentes
soportes, y con ello también una
transformación en su estructura. Este campo periodístico se ha
convertido en un terreno innovador y de extraordinario dinamismo,
caracterizado por su continua exploración de nuevas formas de contar
historias aprovechando las nuevas tecnologías digitales. Este artículo
analiza algunas de las últimas tendencias en periodismo deportivo, que
están llamadas a mostrar el camino para los años
venideros, como son las nuevas narrativas multimedia e interactivas y
los textos informativos de largo formato.
Palabras
clave:
Periodismo deportivo, nuevo periodismo, nuevas narrativas digitales, largo formato, periodismo de datos.
Abstract: Sports journalism stands out as a
form of reporting of high social impact due to the universality of sport and also because of its deep-rooted
intranational significance. This journalistic field runs through a moment of
flourishing where new specialized media in the different platforms were born
and thereby a profound transformation in their structures. This kind of
journalism has become an innovative and extremely dynamic area, defined by its
continuous exploration of new ways of storytelling embracing new digital
technologies. This article focuses on some of the latest trends in sports
journalism, which are claimed to show the way for the following years like new
multimedia, interactives, data journalism or longform features.
Key words: Sports Journalism, New
Journalism, New Interactive Storytelling, Long Form Journalism, Data Journalism.
1. Introducción: El periodismo de mayor impacto
social
El periodismo deportivo ha vivido en las últimas décadas un
notabilísimo desarrollo en sus estructuras, canales y modos de producir
contenidos, y ha cobrado un creciente protagonismo hasta afianzarse en
el momento actual como la tipología informativa de mayor alcance social
en una buena parte de los países tanto europeos como americanos. El
florecimiento de esta tipología informativa no solo ha sido numérico;
lo ha hecho marcando tendencias, creando un estilo propio, fundamentado
en el color, la originalidad y la espectacularidad de sus propuestas, y
aportando un nuevo modelo de presentación de las informaciones a través
de un lenguaje que es visualmente atractivo y resulta común y accesible
para todas las mentalidades.
Tal como explica Alcoba (2005: 10), el florecimiento de este tipo de
periodismo especializado se fundamenta en
gran medida en el hecho de que los profesionales de estos medios
“informan de un género específico comprensible a todas las mentalidades
a través de un
lenguaje universal que todos entienden, producto del espíritu y la
filosofía del deporte, como fenómeno cultural más seguido y practicado
desde comienzos
del siglo pasado y que va en aumento en el siglo que hemos iniciado”.
Este auge ha propiciado que en nuestros días el periodismo deportivo
sea una parcela de estudio de importancia
creciente y que, cada vez más, adquiera un mayor reconocimiento dentro
del mundo mediático (donde los reporteros deportivos ya no son vistos
como outsiders) y de los ámbitos cultural y académico, a diferencia de antaño. De esta forma,
ha logrado liberarse del contraste de ser al mismo tiempo la
tipología informativa de mayor éxito social y un área periodística
estigmatizada y asociada a campos de poco prestigio. Ya se ha ganado el respeto
de la academia (Wanta, 2013: 83-84).
Además de esta visión contradictoria que suscita el periodismo
deportivo, llama la atención su naturaleza, al tratarse de una
modalidad cuyo alto impacto tiene que ver tanto con la universalidad de
la materia sobre la que trata como con su profundo
arraigo intranacional. El deporte no sólo se constituye actualmente
como elproducto informativo de mayor interés colectivo y éxito social
en la mayoría de los lugares, sino que además ha sido capaz de
expandirse y evolucionar forjando estrechos vínculos con la comunidad
de habitantes a la que pertenece y se
dirige, ya sea una ciudad, una región o un país. Cumple así su función
de constituirse como “un instrumento civilizador y constructor del
tejido social”
(Hernández, Osorio y Zapata, 2013: 219).
No se trata, en cualquier caso, de un fenómeno
reciente, sino más bien ligado a la historia del deporte-espectáculo desde
inicios del siglo XX. El nexo entre medios de comunicación y deporte ha sido
decisivo para la conformación de las identidades nacionales (Rowe, 2013).
“El poder de atracción que tiene el deporte ha sido
históricamente muy bien aprovechado por el periodismo, que ha proyectado los
logros de deportistas y equipos hacia la comunidad a la que representan
mientras ha despertado en el ciudadano la necesidad de consumir ese
tipo
de información para ser partícipe de la consecución de un éxito
colectivo. De esta forma, el periodismo
deportivo se ha convertido en un elemento de cohesión de las sociedades
contemporáneas a las que presta un servicio público y con las que se
identifica
cultural y emocionalmente” (Rojas, 2011: 17).
Efectivamente, el periodismo especializado en deportes contribuye a
intensificar esa sensación de pertenencia a una comunidad y de complicidad y
proximidad con sus conciudadanos, a los que involucra en la celebración de los
logros de los deportistas y equipos nacionales en competiciones sobre las que
informa. Este hecho se pone de manifiesto sobre todo en los eventos de ámbito
internacional y de máxima repercusión, como los Mundiales de fútbol o los
Juegos Olímpicos, citas que están marcadas en rojo en la agenda temática y van
acompañadas de grandes despliegues informativos al mismo tiempo que sirven para
pulsar el grado de cohesión interna y el sentimiento nacional de los
territorios.
El periodismo en este sentido ha desempeñado históricamente un papel
clave en la creación y consolidación de los grandes
acontecimientos deportivos internacionales porque ha sido y es un
agente implicado en su desarrollo, es parte contratante de este
negocio. Hasta tal punto es así que actualmente la influencia de los
medios, especialmente de la
televisión, es decisiva para la configuración de los calendarios que
diseñan organismos internacionales como la FIFA o el Comité Olímpico
Internacional.
Estos ajustan las fechas, horarios e incluso reglamentos de las
competiciones(por ejemplo, las interrupciones en fútbol americano para
dar cabida en los
canales a los espacios publicitarios) a las necesidades de las cadenas,
que han pagado cantidades millonarias por los derechos de emisión de
los encuentros deportivos, los espacios más vistos y los que mayor
número de anunciantes
atraen (Andrews, 2005: 118).
No obstante, a pesar de poseer una dimensión intrínsecamente local o
nacional, el deporte se ha consolidado como un fenómeno
de naturaleza global, fundamentalmente por el alcance y el seguimiento
de las retransmisiones televisivas y, más recientemente, como
consecuencia del
desarrollo imparable del nuevo entorno 2.0, webs, blogs y redes
sociales en
tanto que plataformas universales de producción de contenidos.
Tal como asevera Boyle (2006: 3), “el periodismo deportivo ofrece un
fascinante caso de estudio para comprobar cómo los medios
de comunicación globales y locales interactúan en las sociedades
contemporáneas. El deporte en ocasiones puede mostrarse como universal
y mirar
hacia el exterior o puede también tener un enfoque local y responder a
unas preocupaciones profundamente domésticas”.
Lo cierto es que, más allá de esta doble dimensión, universal e
intranacional, el periodismo deportivo ha evolucionado hasta
convertirse en la actualidad en el producto informativo de mayor
alcance social y en el más demandado y consumido en muchos países de la
Europa Meridional y
América Latina, tanto en la prensa tradicional, en los medios
radiofónicos y televisivos, como en los nuevos soportes digitales.
La programación deportiva constituye uno de los
pilares que conforman la oferta de programación de las principales cadenas de
radio y televisión, ya que sus espacios se han consagrado en los últimos
tiempos como los más escuchados o vistos y, por tanto, como los más codiciados
por las empresas periodísticas para captar audiencia y, con ello, publicidad, a
través sobre todo de las retransmisiones en directo de competiciones
deportivas.
“En los medios audiovisuales, el deporte se ha convertido en un verdadero espectáculo de masas donde la
información queda supeditada al entretenimiento como forma de expresión y en
cuyo discurso se han incorporado elementos ajenos al ámbito del periodismo al
formar parte de una estrategia comercial enfocada hacia la rentabilidad
económica y la generación de negocio” (Rojas, 2013: 238).
La
pujanza del periodismo deportivo es especialmente significativa en el
ámbito de la prensa, donde esta
área informativa se comporta como una de las secciones estrella de los
diarios de referencia y mayor prestigio a ambos lados del Atlántico y,
al mismo tiempo,
se ha convertido en la parcela del periodismo especializado que cuenta
con un mayor número de cabeceras.
Así, por ejemplo, vemos cómo en España conviven hasta cuatro periódicos de difusión nacional (Marca,
As, Sport, Mundo Deportivo)
con otros cuatro de ámbito regional (Superdeporte,
Estadio Deportivo, Campeón y El 9 Esportiu), tres en Italia (La
Gazzetta dello Sport, decano de
la prensa deportiva europea, 1896; Tuttosport
y Corriere dello Sport Stadio),
al igual que en Portugal (A Bola, O Jogo, Record), mientras que hay uno en Francia (L’Equipe).
También hay
prensa deportiva diaria en Grecia, Turquía y Rumanía. En Europa, fuera
del ámbito mediterráneo, la información deportiva especializada queda
circunscrita a publicaciones semanales o mensuales, como son los casos
de Kicker (Alemania), Voetbal International (Holanda)
y diferentes publicaciones en el Reino Unido (Four Four Two, The Green
Soccer Journal o The Blizzard). Todos estos medios se unen a otros semanarios de gran tradición como Guerin
Sportivo (Italia) o France Football (Francia).
Entretanto, la eclosión de la prensa deportiva ha
sido aún mayor si cabe en Latinoamérica, donde multitud de nuevas publicaciones
se han sumado a una relación de rotativos especializados de gran tradición y
arraigo popular. Así en los últimos años han surgido los primeros periódicos
deportivos en varios países como Costa Rica (Al Día), Honduras (Diez)
o El Salvador (El Gráfico) y han
aumentado en otros, como en Venezuela, donde Líder coexiste con Meridiano;
México, con Récord, La Afición y Estadio Deportes, que compiten
con los más antiguos, Esto y Ovaciones; o Perú, un mercado en el que
hay cuatro diarios especializados (Depor,
Todo Sport, Líbero y El Bocón); o,
más recientemente, Marca, que abrió
redacción en Colombia, donde también está
El Periódico Deportivo. En Argentina,
donde abrió paso en 1919 la casi centenaria revista El Gráfico, solo hay un diario deportivo, Olé (Grupo Clarín); una situación similar a la de Brasil, con el
diario Lance y la revista mensual Placar. En la gran mayoría de estos
títulos, se concede prioridad absoluta al fútbol, salvo las publicaciones de
países caribeños, donde el béisbol es
el deporte rey.
Vemos,
por tanto, cómo la prensa deportiva de papel se ha desarrollado de
forma extraordinaria en ambos continentes y sigue
ocupando un lugar destacado en el mercado periodístico a pesar del
avance imparable de las nuevas tecnologías y la apuesta decidida de
muchas empresas periodísticas por reforzar sus sitios digitales de
noticias para ganar en
competitividad y hacer frente a las nuevos requerimientos y hábitos de
consumo del público receptor.
2. Un escenario digital cambiante
La aparición de Internet ha transformado la manera de producir noticias y está produciendo un cambio de fisonomía de las
redacciones periodísticas. En medio del nuevo escenario digital, el periodismo
ha encontrado en el entorno 2.0., en los blogs y, muy especialmente, en los social media uno de sus principales y
más eficaces vectores de difusión de contenidos, hasta el punto de convertirse
en el canal más rápido y eficaz para anunciar todo tipo de noticias superando
en velocidad a los flashes de agencia.
Cada vez más, las redes sociales como Twitter se están imponiendo como
la plataforma preferida por servicios de noticias para
ofrecer avances de primicias informativas y, consecuentemente, se
erigen como una de las fuentes de información principales para el resto
de medios de
convencionales. La red de microblogging se anticipa a la noticia que
luego será desarrollada y ampliada en webs,
emisoras de radio, programas de televisión y páginas de periódico.
Twitter ha modificado también la rutina diaria del informador deportivo, que encuentra en este nuevo canal muchas más
posibilidades que antes para interactuar con sus receptores, para reforzar su
marca periodística personal y para tener un mayor feedback, útil para encontrar otras noticias y nuevas historias que
contar, y hacerlo de la forma más adecuada para incrementar su audiencia y
generar un mayor tráfico a la web (Matthews y Anwar, 2013: 304).
Tal como señala Jay Rosen, de todas las características del periodismo
en Internet hay dos que destacan claramente
sobre las demás y son las que de verdad están marcando las pautas de
trabajo en
las redacciones y la respuesta de los lectores-usuarios: “La primera es
que las noticias se pueden actualizar constantemente, y esa capacidad
para informar con
la mayor rapidez es uno de los puntos clave -aunque no el único- del
éxito de los cibermedios que tienen un número más alto de visitas. La
segunda, y no por
eso menos importante, es que la audiencia ha dejado de ser pasiva” (ápud Edo, 2009: 4-5).
Toda esta irrupción de la nueva realidad digital también ha tenido
incidencia en la evolución del periodismo deportivo. Por un lado, el
crecimiento de Internet ha propiciado el nacimiento de nuevos medios digitales
dedicados a este tipo de información, que han aprovechado el poderoso alcance
de las nuevas plataformas para cubrir con mayor especialización el fútbol y el
resto de modalidades y satisfacer así necesidades informativas de la audiencia
que no estaban siendo cubiertas por los medios convencionales.
Por otra parte, la aceleración en los procesos de
producción de noticias que marca la red ha obligado a que los “viejos” medios,
especialmente los impresos, replanteen sus contenidos y coberturas: con la
última hora ya ofrecida por sus propias ediciones digitales, al papel le queda
reorientarse hacia un mayor análisis, una mayor profundidad en el tratamiento
de la información y la búsqueda de temas propios y grandes historias. A este
respecto Ferrara (2014) considera que escribir sobre deportes ha cambiado para
siempre; hacerlo hoy es ofrecer contenidos más trabajados que vayan más allá de
los partidos y de las urgencias que rodean directamente a la alta competición;
es aprender a hacer coberturas más amplias y cultivar fuentes primarias que
abran la vía a reportajes o entrevistas.
2.1.
Periodismo deportivo emprendedor
Efectivamente, el periodismo deportivo no es ajeno
al complejo proceso de cambios y de reestructuración al que está sometido en la
actualidad al conjunto del sector de los medios de comunicación, los cuales han
de ir adaptándose necesariamente a la continua evolución del mercado para no
dejar de ser competitivos. La obligada reconversión hacia lo digital ha traído
consigo la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas aplicadas a las
tareas periodísticas y, como consecuencia de ello, una transición hacia nuevos
perfiles profesionales, que, además de contar noticias, han de poseer
competencias adicionales en otras labores como programación, fotoperiodismo,
videoedición o infografía. Empieza a imponerse el periodista multitarea o
multifunción, el también llamado “hombre orquesta”.
Uno
de los sectores periodísticos que está atravesando mayores ajustes
estructurales es el deportivo. En países
como España, las empresas editoras de periódicos, debido al gran
volumen de espacios deportivos que ofrece la televisión, la inmediatez
que sigue aportando la radio y la incidencia de una caída de las ventas
en los quioscos y de anunciantes en general, han iniciado un proceso de
reducción de plantillas y están concentrando sus esfuerzos en la
expansión de su marca a través de
Internet. De esta forma, se encaminan hacia un producto más ágil y
dinámico con el que responder eficazmente a la máxima actualidad y, de
paso, complementar y
proyectar sus respectivos productos de papel con contenidos digitales
nuevos y diferenciados.
Pese a este esfuerzo por hacer un producto cada vez más multimedia a
partir de la convergencia tecnológica y integración de la redacción
convencional y la digital (Salaverría y García Avilés: 2008), uno de
los mayores desafíos que ha de afrontar el periodismo
deportivo tradicional reside en cómo adaptarse a la continua migración
de lectores que prefieren buscar noticias en los soportes digitales
antes que en
el papel. Este paso se ha acelerado en los últimos tiempos gracias a la
aparición de nuevos dispositivos tecnológicos, como los teléfonos
inteligentes,
las tabletas y iPads con sus respectivas aplicaciones, que permiten que
cualquier ciudadano en cualquier lugar pueda acceder al instante a los
últimos
resultados o declaraciones de su equipo o de su deportista favorito,
solo con pasar el dedo por la pantalla. El periodismo ha de estar allí
donde está la
gente.
La
verdadera revolución periodística provocada tras la irrupción de
Internet no solo ha obligado a los medios impresos, radiofónicos y
televisivos tradicionales a reforzar su presencia online con portales y
webs cada vez más actualizadas, interactivas y con mayor número de
contenidos multimedia, blogs y
hemerotecas en línea. También ha supuesto la proliferación de medios
deportivos exclusivamente digitales, que, cuentan en muchos casos con
un grado de
especialización mucho mayor y compiten con productos propios y
diferenciados.
Como señalábamos antes, el periodismo deportivo digital ha encontrado
una vía de propagación aún mayor gracias a las principales redes sociales. Así,
a través de sus cuentas oficiales o de algunos de sus profesionales y blogueros
más relevantes, los medios logran dar una mayor difusión a sus contenidos
mediante enlaces a noticias, reportajes, vídeos o artículos de opinión que, de
forma viral, conducen a aumentar el tráfico de visitas hacia sus respectivas
webs. Los blogs y las redes sociales se erigen así en nuevas fuentes para los
periodistas deportivos al incluir espacios de participación para que los
ciudadanos se impliquen más y comenten noticias publicadas, hagan sugerencias y
correcciones, e incluso aporten datos y documentos a partir de los cuales los
profesionales puedan pulsar mejor el sentir popular y, a partir de ahí, amoldar
con acierto sus mensajes.
Entre
los nuevos medios deportivos que han nacido últimamente, destacan
aquellos que han sido creados o que están integrados por
un reducido número de periodistas de una larga trayectoria en secciones
deportivas de medios tradicionales o en diarios especializados y que
han
decidido dar el salto a la red para avanzar profesionalmente. Se trata
de proyectos periodísticos emprendedores que han tomado el rumbo hacia
la
especialización deportiva y lo hacen con el aval de la experiencia, de
las fuentes y los contactos, de unos profesionales que han sido
despedidos o se han
visto obligados a abandonar sus medios después de muchos años.
Esta ola emprendedora tiene su punta de lanza en el periodismo
deportivo, un campo en el que no dejan de ver la luz nuevos medios,
micromedios y proyectos, con intereses y enfoques distintos pero con un
denominador común: la búsqueda de la diferenciación y la reclamación de
un
espacio propio y original para temáticas y protagonistas que no siempre
tienen cabida (ni probablemente la tengan nunca) en los medios de
comunicación
tradicionales.
Así queda reflejado en el Informe Anual de la Profesión Periodística,
publicado en diciembre de 2013 por la Asociación de la
Prensa de Madrid (APM). Esta obra señala al periodismo deportivo como
uno de los campos informativos más emprendedores con alrededor del 10%
de los 297
nuevos medios digitales, impresos y audiovisuales puestos en marcha por
profesionales en España desde el año 2008.
De estos medios, la mayor parte son digitales, tanto aquellos cuyos contenidos tienen alcance nacional como, especialmente,
los que se dirigen a un público más cercano, local o provincial (Eldeporteconquense, Oncecontraonce, Canariasbasket
o Campdesports). Los primeros siguen la estela de medios como Sportyou (2008);
los últimos toman el relevo de otras webs pioneras en este campo como Cordobadeporte, fundada en 2000, o Muchodeporte, creada en 2001 en Sevilla.
Además de estos nuevos medios en Internet, el periodismo deportivo
emprendedor ha avanzado también en el soporte
papel con la aparición de publicaciones superespecializadas, que han
apostado por formatos largos, un diseño original y unos contenidos de
calidad al contar
con la aportación de firmas ilustres. En este sentido, sobresalen las
revistas futbolísticas Proyecto Panenka y Líbero, el gratuito Alirón o Cuadernos de Basket,
medio de carácter trimestral sobre el deporte de la canasta.
Otros nacieron impresos y se han reconvertido a
digitales, como la publicación multideporte Quality
Sport o el magazine Protagonistas,
primer medio en España dedicado exclusivamente al fútbol femenino. Al mismo tiempo, cobra cada vez mayor
relevancia el desarrollo de servicios complementarios a la web o el producto
impreso con soluciones adaptadas a los dispositivos móviles (Eleven Foot, Quality Sport, Minuto 116
o Metadeporte).
En otros países latinoamericanos, también han surgido nuevas voces en este ámbito periodístico, tales como la web
polideportiva venezolana Letrasdeporte o la revista argentina Don Julio, que
reivindica un género clásico y no siempre bien cuidado, como es la crónica de
fútbol, siguiendo una corriente que se proyecta más allá del deporte con medios
como Revista Anfibia, Tucumán Zeta, Nos Digital o El Puercoespín,
y que también revive en las webs deportivas de medios generalistas como “Canchallena”
de La Nación a través de los relatos
y artículos del periodista Ezequiel Fernández Moores.
2.2.
Nuevos formatos
Para
lograr reorientar adecuadamente sus productos a las posibilidades de
los nuevos soportes
digitales y a unos hábitos de consumo del público usuario que están
cambiando de forma significativa, el periodismo deportivo está
apostando por nuevos
formatos informativos. Entre ellos, sobresalen los elementos para la
representación visual de los contenidos como gráficos, vídeos y
reportajes
multimedia, el periodismo de datos, así como las piezas narrativas de
larga extensión.
2.2.1.
Elementos para la representación visual de los contenidos
El periodismo deportivo deposita gran parte de su
fortaleza en el carácter visual de sus contenidos. Tanto en el diseño de las
webs como en la diagramación de las páginas impresas, este tipo de periodismo
ha sabido siempre innovar para hacer más atractivos sus textos y atrapar la
atención de los lectores a través de fotografías espectaculares, titulares de
grandes dimensiones, infográficos singulares y, últimamente, mediante otros
elementos multimedia que completan la representación visual y sonora de los
datos que se producen en las competiciones.
Estos nuevos gráficos se han convertido en uno de los principales
reclamos de las webs periodísticas sobre
deporte y en uno de los recursos informativos más eficaces para
explicar o expresar los diferentes aspectos de un torneo o de un
partido por medio de
números, tablas, ilustraciones y elementos multimedia (vídeo, audio y
fotos);
todo de una manera sencilla, seductora y rentable en términos de
espacio.
Las infografías cumplen a la perfección su cometido, y por eso son cada
vez más utilizadas, porque contienen en un espacio más o menos reducido un
importante volumen de datos, tales como el número de participantes desagregados
por sexo y nacionalidades, el formato de competición y el calendario con sus
fechas, la historia o palmarés, y, sobre todo, cuando se trata de deportes
menos conocidos por el gran público, aspectos relacionados con el reglamento
(infracciones, posiciones en el campo, dimensiones del terreno de juego,
etcétera).
Debido
al elevado número de datos que generan los acontecimientos deportivos,
el periodismo encuentra en la infografía una nueva
forma de narrar el deporte y de hacerlo mucho más accesible y a la vez
sugerente. Los infográficos deportivos constituyen representaciones
visuales de
torneos y modalidades que, con carácter general, serían mucho más
difíciles de comprender si solo se explicaran mediante texto. Sirven al
periodismo para
cumplir mejor sus funciones informativa y divulgativa al acercar el
conocimiento del deporte en su diversidad al conjunto de la ciudadanía.
Otro elemento clave dentro de la nueva estrategiadel periodismo
deportivo para competir en el espacio digital frente a otras
fuentes como la televisión es la dotación de sec ciones o sitios de
vídeo-noticias. Estos, por un lado, ofrecen información actualizada de
las
competiciones, con las jugadas más sobresalientes de cada partido y,
por otro, incentivan la participación y refuerzan los lazos de
fidelidad de sus
lectores-usuarios a través de continuos enlaces en redes sociales y del
alojamiento en canales específicos de YouTube.
El consumo de contenidos audiovisuales aumenta. En este sentido, el
vídeo se está imponiendo como una parte esencial de la nueva
manera de informar en las plataformas digitales, con imágenes más o
menos impactantes y de corta duración, alrededor de un minuto, el
tiempo preciso para
contener los datos esenciales de la información y mantener la atención
del público.
Por otra parte, estos vídeos, para los cuales los portales informativos
están desarrollando aplicaciones para que sean vistos en los dispositivos móviles
y puedan ser compartidos de forma masiva en todas las plataformas (Ramos:
2014), se han convertido en una importante fuente de ingresos para los medios,
tanto a la hora de conseguir suscriptores como de captar anunciantes. Suelen
contar con espacios patrocinados, como es el caso de ‘Minute’ en The New York Times, o bien sirven de
gancho para comercializar el paquete de contenidos de pago de algunos medios,
como son los resúmenes de la Premier League en la oferta del británico The Sun.
Junto con estos vídeos informativos breves, los sitios de noticias están profundizando en el streaming
para la emisión en directo de eventos, así como en
audiovisuales de larga duración (Pellicer: 2014). Mientras la mayoría
de los
medios ya cuentan con canales específicos en YouTube, la mayor
plataforma de alojamiento de vídeos del mundo, otros han decidido crear
su propia web
televisión, un sitio con audiovisuales de producción propia que sirven
o comercializan a otros medios a modo de agencia.
El aprovechamiento de las nuevas tecnologías para contar de otra forma las historias de siempre tiene su máxima expresión en los reportajes multimedia, especiales interactivos de gran calidad, tanto desde un punto de vista estético como en su acabado literario, los cuales combinan en una misma pieza desde hipertextos documentales, gráficos animados, infografías estáticas, fotografías panorámicas en alta resolución, vídeos inéditos hasta podcasts que transcriben o amplían los cuerpos de texto al formato audio.
Suelen
ocuparse de grandes temas, con percha de actualidad pero concebidos
para no perder vigencia y permanecer
en el tiempo, y cuentan con un diseño propio y diferenciado respecto al
aspecto general del sitio web al que pertenecen. Aparecen así como
trabajos
independientes, por lo que en ocasiones necesitan recordar en su
encabezamiento
las marcas visuales identificadoras del medio del que proceden.
Como afirma Marrero (2008), el reportaje multimedia, “más que un nuevo
género periodístico, constituye la
adaptación del reportaje al un nuevo medio de comunicación”,
aprovechando las tres principales cualidades comunicativas de la red,
la hipertextualidad, la
interactividad y la multimedialidad para hacer efectiva su renovación:
“Es en la integración de estos tres atributos donde descansa el punto
de mayor redimensionamiento del género.
Un reportaje que logre aprovechar al máximo y combinar la
estructuración hipertextual con los recursos multimediales e
interactivos, pasa a ser un mensaje periodístico fértil, no sólo por
sus posibilidades interpretativas o por el tratamiento narrativo
complejo que puede incluir, sino por su contenido humano, por la fuerza
que posee el género para conmover y movilizar la opinión de los
receptores, para denunciar lo que permanece oculto, para instruir”.
2.2.2.
Periodismo deportivo de datos
Hay
pocas áreas de la comunicación periodística donde se manejen más
estadísticas que en el deporte.
De hecho, muy pocas crónicas están desprovistas de ese conjunto de
datos que resumen el partido (Marrero Rivera, 2011: 131). La
estadística se ha integrado
en el deporte de manera permanente porque es la manera de explicar o
expresar los diferentes aspectos de una competición o de un partido por
medio de
números. Dichas cifras buscan ofrecer al aficionado una visión lo más
clara posible de lo ocurrido y de la participación de cada jugador o
deportista.
También sirve a los propios técnicos y entrenadores de los equipos
porque es
una forma de saber quién ha jugado mejor y en qué facetas del juego
debe
mejorar el equipo o el deportista con vistas al futuro.
Los datos estadísticos pueden hacer referencia exclusiva a un partido o pueden ser acumulativos de toda una temporada, de una etapa o de toda una trayectoria profesional (las llamadas “series históricas”). Pueden, por tanto, explicar un aspecto específico de un partido (rebotes y porcentajes de tiro en baloncesto, errores no forzados en tenis o porcentajes de posesión del balón en fútbol) o el mismo aspecto referido a un periodo de tiempo más amplio.
Por
tanto, el deporte es un terreno donde las estadísticas son
consustanciales al relato periodístico para explicar lo
sucedido en las competiciones, y esto ha hecho que los medios de
comunicación hayan apostado, cada vez más y de forma mucho más evidente
en los soportes
digitales, por ilustrar las informaciones con un número creciente de
gráficos y visualizaciones de datos.
En los medios digitales y webs de medios impresos y audiovisuales, los
gráficos incorporan, además, todas las posibilidades
interactivas y multimedia propias de Internet antes mencionadas, con el
fin de aproximar al periodismo deportivo al periodismo de datos,
también denominado “periodismo
de base datos”. Esto no es más que una nueva disciplina profesional en
la que “se trabaja con grandes volúmenes de datos, se aprovecha al
máximo la visualización
interactiva y se incorpora al programador al equipo periodístico para
desarrollar tareas que van desde la extracción de datos y la depuración
de sets
de datos hasta el diseño de aplicaciones de noticias” (Crucianelli,
2013).
En este camino, pese a que todavía pueda considerarse como incipiente,
ya son varios los medios de comunicación que han
empezado a explotar el verdadero potencial de esta nueva técnica de
representación visual de la información a través de la explotación de
la
ingente cantidad de datos que se generan y acumulan en el mundo del
deporte.
Los primeros pasos en este sentido han correspondido a medios anglosajones como The
New York Times, The Washington Post o The Guardian, que han aprovechado la
celebración de grandes eventos deportivos internacionales como los Juegos Olímpicos de Londres (2012) y los de
Invierno en Sochi (2014) para reforzar su cobertura informativa mediante el uso
de nuevas herramientas digitales y la exploración de nuevas narrativas. A estos
medios se han sumado otros proyectos unipersonales de periodistas como Nate
Silver (FiveThirtyEight. com) o Bill Simmons (Grantland.com), ambas asociados dentro
del conglomerado digital de la cadena
ESPN.
2.2.3. Largo formato
En esa búsqueda permanente hacia la innovación narrativa del periodismo,
el deporte también se ha comportado como terreno de avanzadilla procurando al
resto de medios y áreas informativas claves para entender la potencialidad de
las nuevas tecnologías. Así, en ese camino a la experimentación, ha resurgido
con fuerza el periodismo deportivo de largo formato o Long Form Journalism, una tipología narrativa que no es nueva
(publicaciones como Esquire o The New Yorker cultivan los textos
largos desde hace décadas), en la que confluyen la cantidad y la calidad, y que
va a más en los soportes digitales.
El renacimiento del largo formato, del gusto por ofrecer textos largos para lecturas reposadas, diversos autores lo sitúan en los años 2007 o 2008, en un momento en el que surgen Longform y Longreads, sitios web contenedores de artículos de larga extensión publicados a lo largo de los años en diversos medios impresos, principalmente estadounidenses. Estos abrieron la mirada a editores de empresas periodísticas, que decidieron lucir todas las posibilidades del storytelling digital en piezas vistosas firmadas por algunos de sus redactores estrella, las cuales comenzaron a publicarse también como un reclamo para reforzar la comercialización de su marca (Hyatt, 2014).
Desde
2013 se ha acentuado la apuesta de medios digitales de varios países
por un periodismo narrativo
caracterizado por la presentación de historias cautivadoras y
atractivas, con alrededor de 10.000 palabras y con estructura dividida
en capítulos, y, muy especialmente, por la incorporación de elementos
multimedia e interactivos
(vídeos, fotografías, audios y gráficos) que aparecen y se van abriendo
a
medida que avanzamos en la lectura haciendo scroll
; todo ello con el fin de amenizar la lectura y crear efectos sorprendentes
para atrapar la atención del usuario-lector y de convertirla en una verdadera
experiencia para el usuario.
Las nuevas narrativas digitales han hallado en el ámbito deportivo un terreno de experimentación pujante desde
que a finales de 2012 The New York Times
publicase el trabajo multimedia “Snow Fall: The Avalanche at Tunnel
Creek”, la historia trágica de un grupo de dieciséis esquiadores
expertos atrapados en un
alud en las montañas Cascade en el Estado de Washington que escribió el
reportero John Branch.
Incluso con anterioridad a este hito periodístico,
varios medios deportivos de Estados Unidos comenzaron a aplicar este tipo de
innovaciones narrativas en sus reportajes de largo formato para recrear hazañas
o contar historias de héroes desconocidos u olvidados. Uno de ellos, ESPN, elaboró, dentro de su serie “Outside
The Lines” (OTL) y unos meses antes de “Snow Fall”, “The Long, Strange Trip of
Dock Ellis”, pieza multimedia sobre una figura del béisbol norteamericano y basada
también en la narrativa scroll (scrollytelling).
Además de ESPN, otros medios digitales han avanzado en su apuesta por el
largo formato y las nuevas narrativas reforzando sus departamentos gráficos y
multimedia y creando sitios específicos para alojar este tipo de reportajes.
Así lo hizo el en 2012 SBNation y un año más tarde tanto la edición web de la
prestigiosa revista Sports Illustrated
como el diario deportivo francés L’Equipe.
3. Conclusiones
Internet
ha permitido a los periodistas sacar a la luz toda su creatividad para
presentar sus historias de
una forma innovadora con el fin de satisfacer las nuevas exigencias del
entorno 2.0. y las expectativas de un receptor que ya es participativo
y tiene
capacidad para tomar la iniciativa.
En este contexto de cambio estructural de las empresas de comunicación, iniciado a raíz de la irrupción de los soportes digitales, el periodismo deportivo ha sido capaz de reinventarse incorporando nuevas herramientas tecnológicas aplicadas a las tareas periodísticas para ofrecer formatos renovados que empiezan a marcar tendencias en otras áreas informativas. Este ámbito periodístico despunta como un terreno innovador, pero también como un área de emprendimiento. Junto con los medios tradicionales, que siguen apostando por el deporte como una de las bases de su negocio por el amplio seguimiento que este tipo de noticias tienen entre el público, han aparecido nuevos medios puestos en marcha por periodistas o grupos de periodistas.
Estos
proyectos emprendedores, más o menos superespecializados en sus
temáticas (pero todos ellos dirigidos a cubrir
nuevos nichos del mercado informativo), están llamados a abrir un nuevo
campo de experimentación y de análisis en el ámbito del periodismo
deportivo en los
próximos años.
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