El Caso Mundial y El Caso Criminal, cabeceras del nuevo semanario de sucesos que surge en España tras la desaparición de El Caso (1952-1987)
Rosa Rodríguez Cárcela
rmaria.rodriguez@juntadeandalucia.es
Grupo GREHCCO de la Universidad de Sevilla (España)
Recibido: 13 de mayo de 2019
Aceptado: 31 de junio de 2019
Publicado: 24 de junio de 2019
Para citar este artículo
Rodríguez Cárcela, R. (2019). El Caso Mundial y El Caso Criminal, cabeceras del nuevo semanario de sucesos que surge en España tras la desaparición de El Caso (1952-1987). Correspondencias & Análisis, (9). https://doi.org/10.24265/cian.2019.n9.08
Resumen
El artículo hace un estudio de El Caso Mundial y El Caso Criminal, cabeceras
del nuevo semanario de sucesos que surgió en España tras la desaparición de El Caso
(Madrid, 1952-1987) y editado por el empresario y periodista Joaquín Abad. Apenas se
han realizado investigaciones sobre este periódico que vino a llenar el vacío dejado por
El Caso de Eugenio Suárez. Las fuentes consultadas ponen de manifiesto que se trató
realmente de una nueva publicación periodística, compartiendo algunas similitudes, pero
diferente. No se puede considerar, por tanto, una segunda etapa. Se imprimió y distribuyó
desde Almería durante diez años (1987-1997), aunque tenía difusión nacional. Se analiza
su estilo informativo, contenidos, directores y las causas que motivaron su cierre el 24 de
septiembre de 1997.
Palabras clave: Periodismo de sucesos, Prensa especializada, El Caso, Crímenes, Historia
del periodismo en España, Estilo periodístico.
Abstract
The paper analyses “El Caso Mundial” and “El Caso Criminal”, both of them
event newspapers that emerged in Spain after the disappearance of "El Caso" (Madrid,
1952-1987), and was published by the businessman and journalist Joaquín Abad. Few
research has been done on this newspaper that came to fill the gap left by "El Caso",
directed by Eugenio Suárez. The sources consulted show that it was really a new journalistic
publication, similar to the original one, but different. Therefore, it cannot be considered
a second stage. It was printed and distributed from Almería for ten years (1987-1997),
although it had a national scope. His informative style, content, directors and the causes
that led to its completion on September 24, 1997.
Keyword: Event journalism, Specialized press, El Caso, Crimes, History of journalism
in Spain, Journalistic style.
1. Introducción
El semanario de sucesos español El Caso (fundado en Madrid por Eugenio Suárez en 1952)
tuvo una duración de 35 años. El 29 de agosto de 1987 salía a la calle el último número de
uno de los periódicos de mayor éxito en la España del siglo XX, ya que supuso un ejemplo
de prensa popular rentable, con un gran número de lectores y revitalizó el periodismo de
sucesos y de investigación. Esta publicación especializada marcó un antes y un después en
la historia reciente del periodismo español, al divulgar noticias sobre crímenes y hechos
delictivos que ningún otro medio se atrevió a publicar durante la dictadura de Francisco
Franco. Supo zafarse hábilmente de la censura (aunque no sin problemas) y rompió con el
silencio existente en torno a la difusión de los sucesos.
Desapareció del mercado de la prensa escrita tras haber llegado a la quiebra. Las causas
que motivaron esta situación fueron tanto económicas (la competencia de otras incipientes
empresas periodísticas) como derivadas de problemas familiares de Suárez que supusieron
un alto coste para sus arcas. Aunque gozaba de un público fiel y de una tirada que se
elevaba a los 142 914 ejemplares, según la Oficina de Justificación de la Difusión, OJD1
(El Caso, 4/VII/1987), los gastos superaron a los ingresos y el negocio periodístico, antes
rentable, acabó en la ruina.
Aprovechando esta coyuntura, Joaquín Abad, empresario y periodista que había sido su
último director, puso en marcha un nuevo semanario de sucesos, similar en apariencia al
anterior en cuanto a cabecera, formato y contenidos: el 12 de septiembre de 1987 sacaba al
mercado El Caso Mundial, posteriormente se denominaría El Caso Criminal y finalmente
El Caso. Dejó de editarse el 24 de septiembre de 1997, imprimiéndose por última vez en
Almería. Continuó con el estilo marcado y, aunque era también un periódico rentable,
las dificultades fueron incrementándose con el paso del tiempo, ya que la sociedad y los
lectores no eran los mismos, la competencia de otros medios (especialmente la televisiva)
era feroz, los costes de distribución y papel cada vez mayores y las costas judiciales
derivadas de numerosos pleitos fueron muy elevadas.
Analizamos en este trabajo de investigación la puesta en marcha de un modelo de
negocio periodístico basado en la información de sucesos, que toma como referencia una
marca comercial El Caso. Las fuentes consultadas evidencian que la nueva publicación
especializada que surgió no supuso el inicio de una segunda etapa del originario semanario
de sucesos, puesto que la titularidad del mismo nunca pasó a manos de Joaquín Abad. Lo
que sostenemos en este artículo es que en 1987 apareció otro periódico de sucesos diferente
(de ámbito nacional, aunque editado en Almería) pero con unas cabeceras visualmente casi
idénticas al creado en Madrid en 1952.
En ese sentido, se deshace la idea (extendida en la mayoría de los medios de comunicación
españoles) de que Abad compró la cabecera de Eugenio Suárez y se inició una segunda
etapa de El Caso, publicándose semanalmente de forma ininterrumpida desde el 11 de
mayo de 1952 al 24 de septiembre de 1997. No fue así. Su primer número no salió el
siguiente sábado (5 de septiembre), sino el sábado posterior (día 12) con una nueva
cabecera, El Caso Mundial (editado por Edial S. A.) y figuraba como Nº 1. El último
número de El Caso fue el 1843, correspondiente al 29 de agosto de 1987. Consideramos,
con los datos obtenidos, que se trató de un periódico parecido (que tuvo sus méritos,
fue rentable y contó con buenos profesionales), continuador de la línea marcada por el
histórico semanario de sucesos.
2. Metodología
Los datos recogidos provienen de fuentes de primera mano, como son las de Juan
Sánchez Rada (director adjunto de El Caso en su últimos años) y José Manuel Bretones
(último director del semanario de sucesos de Joaquín Abad, editado en Almería), quien
estuvo al frente del mismo desde 1992 a 1997 y también fue redactor jefe de 1989 hasta
1992.
Asimismo, hemos consultado en la Biblioteca Pública Provincial “Francisco Villaespesa”
de Almería, en cuyos fondos2 se encuentran ejemplares de El Caso Mundial (1987-1989),
El Caso Criminal (del 20 de mayo de 1989 al 13 de agosto de 1994) y El Caso (del 20 de
agosto de 1994 al 24 de septiembre de 1997).
Del mismo modo, se han efectuado consultas en la Biblioteca Nacional de Madrid y en la
Hemeroteca Municipal de Madrid, instituciones que conservan colecciones incompletas
del semanario de Joaquín Abad. Por último, se ha contactado con la Biblioteca de la
Universidad CEU San Pablo de Madrid donde (a través del departamento de Proceso
Técnico) nos han dado información relativa a la fecha del último número de El Caso
original depositado en esta universidad privada.
Importantes fuentes documentales analizadas han sido tres facsímiles (a tamaño real)
de El Caso, propiedad de la autora del artículo, de fechas 4 de julio de 1987; El Caso
Mundial, del 3 de octubre de 1987 y del 4 de marzo de 1989. También las portadas
escaneadas del último número de El Caso (Nº 1843, 29 de agosto de 1987) y del
número 1 de El Caso Mundial (12 de septiembre de 1987), suministrados por Juan
S. Rada; así como de la portada y contraportada escaneadas del último número de El
Caso editado en Almería (Nº 2444, del 24 de septiembre de 1997) y de la portada de El
Caso Criminal, correspondiente al Nº 2058, del 20 de enero de 1990, escaneados por
la Biblioteca Pública de Almería. Dichos ejemplares nos han permitido documentar
contenidos, manchetas y tratamiento de las noticias.
El resto de datos que documentan y complementan este trabajo se han obtenido a
través de fuentes bibliográficas y, sobre todo, búsquedas en diversas publicaciones
digitales, como El País, periódico bien informado sobre Eugenio Suárez y su grupo
editorial, ya que fue acogido como articulista por el fundador del Grupo PRISA
(Jesús de Polanco), quien lo ayudó en sus últimos años de vida, escribiendo artículos
costumbristas para el citado diario y unas colaboraciones en programas de la Cadena
SER.
La aportación realizada en este trabajo ha supuesto no sólo estudiar un nuevo
semanario de sucesos, del que apenas se ha investigado tanto periodística como
históricamente, sino que la novedad reside en demostrar que realmente no se trató de
la continuidad de El Caso, tal y como hasta la fecha se ha creído, sino de la puesta
a la salida al mercado de un periódico similar, pero a su vez diferente al original de
Eugenio Suárez.
3. El 29 de agosto de 1987 desaparece El Caso
El sábado 29 de agosto de 1987 se publicaba en Madrid el último número en concreto
el 1843) de El Caso (figura 1), con un precio de venta al público de 60 pesetas el
ejemplar. Periódico que, desde inicios de ese año, estaba dirigido por Joaquín Abad y
como director adjunto figuraba Juan Sánchez Rada. Ya no volvió a editarse nunca más.
Rada, quien ejerció en numerosas ocasiones de director en funciones, señala que el
cierre del semanario fue algo inesperado, pero se vio en la quiebra total.
En su mancheta constaba como director Joaquín Abad, director adjunto Juan Sánchez
Rada3 y coordinador José Vicente de Lucas y Prescres, S. A. como sociedad editora.
En cuanto al equipo redaccional y de colaboradores, se encontraban Emilio Aguirre,
Santiago Almarza, Pedro Avilés, Juan Ignacio Blanco, Juan Carlos de la Cal, Nicolás
Cantarero, David Fernández, José Javier González, Hortensia Huerta, Carlos
Iglesias, José Montoro y Marisa Pérez. La redacción y administración estaba en la
calle Covarrubias nº 1, en Madrid capital, y tuvo, hasta su final, una delegación en
Barcelona.
Figuras 1 y 2: Última portada de El Caso y primera portada de El Caso Mundial
Fuente: El Caso (Nº 1843, 29/VIII/1987) y El Caso Mundial (12/IX/1987)
Las causas que motivaron el cierre del periódico de sucesos de mayor éxito de la historia del periodismo español fueron tanto económicas (la competencia de otras incipientes empresas periodísticas) como derivadas de problemas familiares de Suárez. Rada explica el principal motivo que llevó a la ruina a esta mítica publicación especializada:
Pese a que vendía más de cien mil ejemplares por número, el cierre se debió a la dura pugna mantenida por su fundador y propietario, Eugenio Suárez, con José Antonio Fernández de Bobadilla (casado con una ex mujer del periodista), el cual le había dirigido desde Sábado Gráfico, otra de sus publicaciones, duros ataques por su actividad como constructor. El magistrado Clemente Auger nombró un administrador judicial para la editora. Se inició un largo rosario de litigios, embargos y acciones contenciosas. La situación se hizo insostenible. Finalmente el juzgado dio posesión de los bienes del semanario de sucesos, así como del resto de publicaciones, a María Teresa Lázaro, ex cónyuge del editor (Rada, 2019).
Juan Carlos Arias, que fue corresponsal de El Caso en Andalucía durante la década de 1980, añade que “el principio del fin del semanario fue la salida en 1980 de la redactora más popular del periódico, Margarita Landi” (Rodríguez, 2012: 227), quien fichó por la revista Interviú y consiguió doblar su tirada con la nueva incorporación. Landi fue contratada en noviembre de 1980 por el semanario de Ediciones Zeta como redactora de la sección de sucesos, función que desempeñó durante 8 años4.
4. Nuevo semanario de sucesos, editado en Almería
El periodista, escritor, editor y sobre todo empresario Joaquín Abad (último director de El
Caso en 1987) aprovechó el nicho de mercado dejado tras la desaparición de la popular
cabecera para sacar al mercado un nuevo producto periodístico, parecido en formato,
contenidos y nombre de la publicación. La primera edición salía impresa en Madrid el
12 de septiembre de 1987, bajo la denominación El Caso Mundial (figura 2). Juan Rada
cuenta más detalles sobre su puesta en marcha:
Abad, quien editaba desde hacía varios años en Almería el diario La Crónica, sacó al mercado el 12 de septiembre una publicación de sucesos. No tenía absolutamente nada que ver con la de Madrid, algo que yo desconocía cuando publiqué mi libro 60 Aniversario de El Caso. Creí la versión de Abad de que había adquirido los derechos sobre la misma, pero no era así. La cabecera de El Caso es, desde 1987, propiedad de Jesús Carlos Fernández Sedano, periodista de dicho semanario que la embargó a causa de salarios impagados. Por ello, Abad tuvo que crear una nueva cabecera (El Caso Mundial, que luego transformó en El Caso Criminal y después en El Caso, durante esa etapa de diez años que duró). Utilizó algunos de los reporteros del semanario cerrado en Madrid (Rada, 2019).
Por los datos recabados parece ser que Joaquín Abad nunca llegó a comprar la cabecera
de El Caso, como hasta la fecha se ha divulgado en sentido contrario en diferentes medios
de comunicación españoles. La cabecera quedó registrada, según informa Rada (2019), a
nombre del periodista Fernández Sedano en el Registro de la Propiedad Industrial en 1987,
con vistas a hacer negocio con la marca y poderla vender comercialmente, pero finalmente
no se produjo la venta5.
El diario El País (1987a) una información en la que decía que una comisión judicial
ordenada por el magistrado Jesús Nicolás García de Paredes, titular del juzgado de primera
instancia número 3 de Madrid, daba posesión el 24 de septiembre de 1987 de la cabecera
y bienes del semanario El Caso a María Teresa Lázaro, ex mujer del mayor accionista de
esta publicación, Eugenio Suárez. Según hacía constar dicha noticia, este juez dictó en
julio una resolución por la que resolvía nombrar administradora de El Caso a Lázaro y
decretaba la entrega de cuentas desde 1970 y el embargo de la cabecera a favor de esta
señora. Otro dato importante que añadía es que el mencionado magistrado había enviado
un apercibimiento judicial a la empresa Edial, S. A. “para que se abstenga de editar e
imprimir dicho periódico, así como cualquier otra publicación que tenga como base de su
denominación El Caso”. El 12 de septiembre de 1987 salía a la calle con el nombre El Caso
Mundial Nº 1, dirigido por Abad.
A raíz de divulgarse estos datos, El País (1987b) publicó al día siguiente la versión de
Eugenio Suárez el cual aclaraba que el juez se había limitado a designar a María Teresa
Lázaro “administradora depositaria”, situación que no afectaba a la titularidad de la cabecera
de El Caso, que seguía siendo aún propiedad de él (y que posteriormente pasó a manos de
Fernández Sedano). La decisión del juez García de Paredes, de entregar la cabecera de El
Caso a Lázaro provenía, en declaraciones de Suárez, “del impago de unos seis millones de
pesetas que, en concepto de alimentos para un hijo, ya mayor de edad, adeudaba el marido
a la esposa”. El País (1987b) finalizaba apuntando que Suárez asegura que “el arbitrio
judicial ha designado administradora depositaria a María Teresa Lázaro, a petición de ella
misma, lo que es aplicable”, puntualiza, “a la situación contable y financiera de la empresa,
no a la titularidad de la cabecera”, que sigue, por ahora, en propiedad de Eugenio Suárez.
Rada (2019) insiste en la inexactitud de la idea generalizada de que Abad comprara la
cabecera de Eugenio Suárez.
No es cierto. Lo que pasó es que Joaquín Abad quiso aprovechar el hueco dejado por la marca comercial, vio que había negocio, copió y lanzó una nueva marca parecida. Incluso un juez le envió una comunicación para que no editara con el mismo nombre. Además, la numeración del nuevo seminario no correspondía con las del original. En definitiva, fue otro producto, pero no una segunda etapa de El Caso. No tiene nada que ver (Rada, 2019).
Deducimos que si Joaquín Abad hubiera comprado la cabecera de El Caso, no habría tenido problemas para publicar, en una segunda etapa, el semanario con la denominación originaria. Por ello tuvo que editarlo en sus primeros dos años, a través de la sociedad Edial, con el nombre de El Caso Mundial (desde el 20 de mayo de 1987 al 13 de mayo de 1989) y durante más de cinco años, a través de Edicrónica, como El Caso Criminal (figura 3), del 20 de mayo de 1989 al 13 de agosto de 1994. Reseñar que los adjetivos “mundial” y “criminal” siempre aparecieron impresos con letras mucho más pequeñas que el nombre El Caso, que era lo más vistoso. Durante los casi últimos tres años de vida de la publicación (de julio de 1994 a septiembre de 1997) se vendió bajo el título de El Caso a secas (figura 4), también editado por Edicrónica. Además, hay que especificar que tanto la Biblioteca Pública de Almería como la Biblioteca Nacional de España tienen catalogados los ejemplares del periodo de 1989-1994 como El Caso Criminal, puesto que se trata de otra publicación diferente a El Caso.
Figuras 3 y 4: Portadas de El Caso Criminal y El Caso
Fuente: El Caso Criminal (Nº 2058, 20/I/1990) y El Caso (Nº 2444, 24/IX/1997)
Joaquín Abad, propietario del nuevo semanario cuyos primeros ejemplares se hicieron
desde Madrid, trasladó pronto la redacción y los talleres a su ciudad natal, Almería, donde
los costes eran más económicos, aunque la distribución a nivel nacional era de mayor
complejidad. En la mancheta de El Caso Mundial constaba como editora Edial S. A. La
fotocomposición e impresión se ejecutaba en los talleres de Almería de Comunicaciones
S. A., según recogemos del ejemplar impreso el 3 de octubre de 1987. También figuraba
una secretaria de dirección, María Jesús Gómez, y como redactores aparecían los nombres
de Ramón Arangüena, Inés Arribas, Enrique Díaz, Pilar Díaz, Carlos Cortés, José María
Latorre, Lorena Sánchez y Rubén Adrián Valenzuela. Se trata de una plantilla diferente a la
de El Caso, excepto Pedro Avilés, Juan Ignacio Blanco y José Montoro que provenían del
semanario de Eugenio Suárez. Tenía, además, una redacción en Madrid.
En 1989 aparece José Manuel Bretones como redactor jefe, siendo responsable de las
denominadas “Secciones y Concursos” Carlos Iglesias. La redacción se hallaba ubicada
en la calle Andalucía, 8. Disponía de delegaciones en Madrid (integrada por los ya citados
Pedro Avilés, Ramón Arangüena, y José Montoro, además de nuevos periodistas como
José Javier González Paz y Belén Seaone) y en Barcelona (compuesta por Rubén Adrián
Valenzuela y Juan Giner).
Posteriormente, en la década de 1990, Edicrónica S. A. (la nueva sociedad editora, con
sede en Almería capital) sacaba también periódicos como La Crónica o La Voz del Ejido
y otras publicaciones. Se distribuía el semanario de sucesos de Abad a toda España desde
la capital almeriense, utilizando la rotativa de La Crónica. En 1992 nombraron director de
El Caso Criminal a José Manuel Bretones, el cual ya había sido director en funciones y
subdirector de otros diarios locales de Edicrónica.
En 1992, al regresar de la “mili” [servicio militar] me propusieron dirigirlo al mismo tiempo que otras publicaciones de la editorial. Anteriormente, habían sido directores el propio Abad y Carlos Iglesias, periodista este último que trabajó con Eugenio Suárez y se vino a Almería, llevando la sección de “Tribunales”, pero fue posteriormente despedido (Bretones, 2019).
Abad fue también director en Almería, desde el 28 de julio de 1982, del diario independiente La Crónica, que entabló una dura batalla contra la mafia local, encabezada por Juan Asensio, capo que durante 1980 y 1990 controló dicha ciudad y fue asesinado en 2014 en el ascensor de su vivienda. El periódico dejó de imprimirse el 30 de noviembre de 1998. Así lo contaba:
Fui director de El Caso desde que el anterior editor Eugenio Suárez me llamara en el año 1987. Yo dirigía un aguerrido diario en Almería, La Crónica, que se había hecho famoso porque no paraba de levantar exclusivas y se había enfrentado a la mafia local, lo que le valió bombas, incendios en sus instalaciones, amenazas (Abad, 2016, p. 2).
Abad compatibilizó, por tanto y no sin dificultades, tanto la gestión empresarial como la dirección de dos periódicos desde 1987 a 1992. Uno de carácter local y de información general (La Crónica de Almería) y otro de ámbito nacional y especializado en sucesos, como El Caso Mundial / El Caso Criminal. Todo un reto periodístico y empresarial.
5. Estilo y línea informativa
El estilo y la línea informativa del periódico de sucesos de Joaquín Abad estuvieron
influenciados, tanto en el contenido (primaban los crímenes), diseño (portadas impactantes
con grandes titulares sensacionalistas y fotos muy realistas) y formato (35 x 29), por El
Caso de Eugenio Suárez, ya que marcó un estilo propio y característico de la información
de sucesos durante 35 años. También salía a la calle los sábados e incluso el número de
páginas de ambos semanarios era el mismo: un total de 16.
Desde un enfoque histórico, la diferencia fundamental reside en que durante 23 años el
semanario de Suárez se publicó en la dictadura del general Franco (teniendo que sortear
alguna que otra censura, en especial había que tener cuidado con las imágenes o los
contenidos de tipo sexual, aunque fue su época de mayor éxito de ventas) y durante los
doce años restantes en otro régimen político de transición y democracia. El periódico de
Abad se imprimió durante una década sin el inconveniente de la censura política, en plena
democracia (se publicaban incluso fotos de desnudos en sus páginas), pero surgieron otros
problemas que, como ya veremos, motivaron su ocaso.
Bretones (2019) menciona que las diferencias entre ambos periódicos vienen marcadas por
el paso de los tiempos, ya que no era lo mismo una redacción de 1969 que la del año 1993,
al igual que en el caso de los archivos, la técnica o la formación de los profesionales.
El Caso de Eugenio Suárez tenía la cortapisa de la censura, pero la fortuna de una policía que le ayudaba, unos enterradores que facilitaban la información y unos lectores fieles, jóvenes y seguidores al cien por cien. Mucha gente aprendió a leer con el semanario, a pesar de la mala fama que tenía como el periódico “de las porteras”. Además, tenía una redacción profesional y muy motivada (Bretones, 2019).
Desde el punto de vista periodístico, al igual que hacía la cabecera originaria, el semanario
impreso en Almería intentaba abrir siempre con un crimen y una fotografía principal
acompañada (o no) por el pie de foto y un gran titular muy impactante. Además de los
asesinatos, se informaba de todo tipo de delitos, así como de sucesos sorprendentes y se
publicaban fotos sensacionalistas. También se empleaban dibujos e ilustraciones, que servían
para explicar gráficamente algunos de los sucesos de mayor transcendencia. En sus páginas
interiores se publicaban sucesos muy variados, redactados en forma de crónicas y reportajes.
Bretones (2019) confirma que los crímenes eran los sucesos más importantes para publicar
en el semanario, la mayor parte de la información giraba sobre esta temática y siempre se
intentaba abrir la portada con estos graves delitos. No obstante, matiza, había lugar para
noticias internacionales, reportajes esotéricos, crónica de tribunales y algunos reportajes
sociales que afectaban a los niños. “Sin duda, las muertes violentas eran el trabajo
fundamental de la redacción, lo que la editorial quería y lo que los lectores buscaban y por
eso nos compraban” (Bretones, 2019).
Durante los casi dos años que se imprimió el semanario bajo la cabecera de El Caso
Mundial (septiembre 1987 - mayo 1989) primaban las informaciones sobre asesinatos.
La portada del número 1 abría, de forma destacada, con dos sucesos violentos: “Madrid.
Asesinan a balazos a un vigilante. Tiraron a matar” y “Madrid: Una joven heroinómana
fallece en extrañas circunstancias. Morir en los lavabos”. Los titulares de ambas noticias
iban acompañadas por dos grandes fotografías de las víctimas ensangrentadas. El resto de
titulares que aparecían, a menor tamaño, eran los siguientes: “Teruel. Nuevos amantes”,
“Lérida: Tragados por el barro”, “Orense: Pirotecnia diabólica” y “Madrid: Diez bomberos
enterrados bajo los escombros. Almacenes en llamas” (figura 2).
También se publicaban noticias sobre otros delitos (violaciones, secuestros, entre otros).
Había una sección de “Tribunales” (coordinada por Carlos Iglesias, que ocupaba dos
páginas) y también otra denominada “Sucesos mundiales”, ocurridos en el extranjero.
Asimismo, tenían cabida hechos sobre terrorismo (ETA, IRA), sucesos curiosos (“Niño,
mordido por un murciélago rabioso”, “Aterrizó en una autopista” o “Pescaron un
submarino”, titulares publicados en el Nº 6 del 3 de octubre de 1987), de denuncia social,
asuntos relacionados con los famosos (“Lola Flores se defiende. Reacción de La Faraona
ante lo publicado la semana pasada” o “Sara Montiel, salpicada por un crimen”, titulares
aparecidos en el Nº 78, del 4 de marzo de 1987) o incluso fotos de mujeres desnudas o
semidesnudas (aparecían en la sección “La chica Mundial” o en la contraportada).
Primaban las crónicas y reportajes de interpretación, no existían propiamente editoriales,
pero sí algunos comentarios recuadrados. Así arrancaba una crónica firmada a doble página
por Pedro Avilés y titulada “Papá: mamá está muerta en el desván” (se había publicado
también en portaba con letras en rojo: “Velaron seis meses el cadáver de su madre”):
Muchas veces se nos dice que las historias que publicamos en nuestro semanario parecen inventadas. Nada más lejos de la realidad. Este es el caso, con todos los componentes de una película de terror peculiar de Hitchcock, el famoso director de Psicosis acontecido en la leridana localidad de Cervera. Allí, tres hermanos daneses, Jack, de 18 años, Dea de 16, y Helga de 14 han protagonizado un sucesos de proporciones misteriosas que ha dejado con la boca abierta a todo el pueblo y a todos cuantos han tenido conocimiento del asunto: los tres jóvenes han sido capaces de convivir junto al cadáver de su madre por espacio de casi seis meses en la antigua y tétrica casa que la familia posee en Cervera. No se trata de un asesinato (Nº 4, 3/X/1987, pp. 6-7).
Con respecto a El Caso Criminal (se imprimió durante más de 5 años, de mayo de 1989
a agosto de 1994), el mismo nombre de la cabecera ya indicaba su línea informativa. A
principios de 1990 estaba dirigido por Carlos Iglesias, periodista de amplia experiencia
profesional que fue redactor de El Caso, de Eugenio Suárez. A partir de 1992 cambia de
director y se nombra a José Manuel Bretones. La portada del 20 de enero de 1990 (figura
3) estaba dedicada casi en su totalidad a un asesinato cometido contra una religiosa. La
composición de la primera página, a modo de fotomontaje, era muy llamativa, con un gran
titular en mayúsculas: “El martirio de Sor María” y, de fondo, las fotos del asesino, del féretro
dentro del coche fúnebre y la imagen de un gran cuchillo ensangrentado. El subtítulo figuraba
así: “Barbastro (Huesca): Un perturbado mental, recién salido de la cárcel, asalta un colegio
de religiosas y acaba a puñaladas con la vida de una anciana monja de 70 años, porque no
se dejó violar”. Dicha información ocupó al completo las páginas 2 y 3. El resto de noticias
que se incluían en la portada se anunciaban (a menor tamaño y en la parte inferior) con los
titulares: “Badajoz/Granada. Reyes de sangre y muerte”, “Córdoba: Un indigente lo mata por
no servirle una copa” y “Barcelona: 27 ancianos intoxicados al incendiarse una residencia”
(figura 3).
Los últimos tres años de existencia del periódico (de agosto de 1994 a septiembre de 1997)
apareció con el nombre de El Caso. A partir de mayo de 1997 pasó a ser de periodicidad
quincenal, según se hace constar en la ficha de catalogación de la Biblioteca Pública de
Almería. Su director era José Manuel Bretones. La portada de su último número (2444)
correspondiente al 24 de septiembre de 1997, curiosamente no estuvo ocupada por un
crimen, sino por una temática de “crónica rosa”. Un gran título en mayúsculas, “Santa” y
amplia foto de Diana de Gales llenaban al completo la primera página, en donde sólo había
espacio para un pequeño recuadro en la parte superior derecha con el siguiente antetítulo:
“La devoción por el mito Lady Di lleva a muchos de sus seguidores a pedir que la lleven
a los altares” (figura 4). No obstante, su contraportada sí siguió fiel a sus contenidos
tradicionales, ya que incluía una crónica titulada “Gloria María quería dos hombres” con
el antetítulo: “Madrid: La doble relación amorosa que mantenía una mujer acabó, a causa
de los celos, en el intento de asesinato de un novio hacia el otro hombre” e ilustrada por
un gran dibujo.
Como vemos, este periódico siguió la pauta marcada por El Caso a partir de 1970,
ampliando sus contenidos informativos más allá de los sucesos e incorporando las
denominadas “noticias del corazón”, la crónica social y los hechos pintorescos. El estilo de
este semanario, como ocurría con el de Suárez, era popular y sensacionalista, sobre todo por
su presentación formal (grandes titulares de color rojo y fotos realistas o escabrosas), pero
no puede considerarse amarillista, puesto que no inventaba las noticias, ya que difundía la
realidad más cruda e increíble y sus corresponsales y redactores lo contaban con un estilo
claro, directo y políticamente incorrecto. Bretones (2019) explica la línea informativa que
seguía y la organización del trabajo periodístico:
Durante mi época de director la línea informativa era la ya conocida por los lectores, pero evolucionando a unos reportajes escritos con más calidad literaria. Es evidente que siempre se abría con un suceso, si no del que mejor material había sí el más impactante, exclusivo o mejor elaborado. Nosotros teníamos una redacción central en Almería, una red de corresponsales en las principales ciudades y dos equipos móviles que se trasladaban desde la ciudad almeriense al lugar del crimen para trabajarlo e investigarlo. Luego regresaban a Almería a escribir y a positivar las fotos. En Almería estaban los diseñadores y editores (Bretones, 2019).
El semanario no incluía muchos anuncios, prevaleciendo los contenidos informativos (texto e imágenes) con una composición muy llamativa, titulares de color rojo, a gran tamaño, y un estilo de lectura próxima a los lectores.
6. Causas de su desaparición
La segunda etapa de El Caso fue más corta y duró diez años. Durante una década, Abad
luchó por mantener a flote un periódico que no ganaba dinero por publicidad, sino por
venta, según su propietario. Revisando algunos de los ejemplares de El Caso Mundial
y El Caso Criminal, se constata que los anuncios eran poco numerosos. A pesar de ser
rentable (llegó a vender 120 000 ejemplares por número), el incremento de los costes y las
numerosas demandas, reclamaciones judiciales y pleitos que le interponían, provocaron el
cierre definitivo del periódico. El 24 de septiembre de 1997 se imprimió por última vez.
Abad (2016) ha comentado públicamente que una de las razones de que se dejara de
publicar fue por el coste económico que suponían los pleitos, la mayoría por vulneración
del derecho o el honor de criminales, que eran ganados en la mayoría de los casos por
el periódico, pero las costas judiciales no eran devueltas al tratarse de delincuentes. Así
explicaba Abad a la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), que se cerró porque el
Departamento Nacional de Justicia había transferido sus competencias a las autoridades
regionales o autonómicas6.
Antes, cuando alguien sentía vulnerado su derecho al honor, nos denunciaba al juzgado de Madrid, donde estaba la redacción y solíamos ganar casi siempre. Teníamos en plantilla a los abogados. Cuando empezaron las autonomías a hacerse cargo de estas demandas, nos obligaban a ir a los distintos sitios correspondientes de España. Era molesto sacar El Caso en ese momento. Teníamos que ir a muchas ciudades a defendernos. Se ganaba dinero, pero no mucho porque teníamos una estructura muy grande (APM, 2016).
Rada (2019) considera que hubo una mala gestión empresarial porque “creaba una sociedad
y la disolvía por deudas, creaba otra y así sucesivamente, amontonando deudas, como es
el caso de las sociedades anónimas Edial y Edicrónica”. Su último director, José Manuel
Bretones, aporta otros motivos que provocaron su desaparición. Pese a que el semanario
era rentable (se tiraban más de 50 000 ejemplares en 1997 y tenía muchas suscripciones)
las dificultades en la distribución, el incremento del coste del papel y el crimen de las
tres niñas de Alcácer (que les hizo bajar mucho las ventas) provocaron el cierre definitivo
(Rodríguez, 2016, p. 41).
Bretones (2019) también añade errores de estrategia empresarial: aunque el semanario
generaba ingresos y permitió la publicación de otras cabeceras deficitarias del grupo
(Universo secreto, otra dedicada a personas desaparecidas y varias más), la realidad era
que, por un lado, se ganaba lo mismo y, por otro, se perdía dinero. No se invertía, porque
ya no era tan rentable como antes, aunque se seguían vendiendo muchos ejemplares con un
coste elevado del papel. Probablemente, si se hubieran realizado más inversiones, los costes
habrían bajado y aguantado el periódico unos años más. En cuanto a la redacción, estaba
amortizaba, ya se utilizaban ordenadores, siendo la primera que disponía de Macintosh.
Las dificultades en la distribución desde una esquina de España a todo el Estado, el incremento del coste del papel y otras cuestiones internas de la editorial deterioraron el producto y terminó por dejar de salir. En mi caso, aunque teníamos una redacción súper profesional, mejores medios técnicos o más opciones informativas, los lectores iban muriendo, la empresa editora no mimó como hubiésemos querido a la publicación buscando nuevos horizontes y había una competencia feroz en otras revistas de información general, en las teles y en los propios periódicos (Bretones, 2019).
En efecto, la distribución desde Almería7 fue uno de sus grandes inconvenientes, ya que sus comunicaciones eran muy deficitarias. El hecho de distribuir un periódico desde Madrid era una de las ventajas de la que disfrutaba El Caso de Suárez. En cualquier caso, desde el principio Joaquín Abad apostó por esta ciudad española, ya que la impresión era mucho más económica, aunque la distribución fuera más cara.
“Alcácer” marcó un antes y un después en la información de sucesos en España [...] Después del espectáculo lamentable que montaron los espacios televisivos (porque aquello no era información), hubo una cerrazón de las autoridades, policías y gobiernos civiles a facilitar información de sucesos. Antes éramos cómplices, en muchas ocasiones, para la investigación policial, pero desde “Alcácer” éramos enemigos. Desde entonces, el semanario comenzó a bajar de venta porque no podíamos salir a la semana con lo que habían machacado días antes las televisiones. En algunas publicaciones, desde “Alcácer”, dejaron de publicar suicidios [...] y hasta eliminaron el cintillo de “Sucesos” para poner cobardemente “Sociedad” (Bretones, 2019).
Por último, hay que anotar que muchos de los lectores de este semanario eran los que
anteriormente había tenido El Caso. Lectores fieles que gustaban de un periódico similar al
creado por Suárez. Se trataba de un público cada vez más envejecido, donde existió escasa
renovación generacional de sus seguidores, ya que los jóvenes lectores compraban otro
tipo de publicaciones, algo lógico, puesto que la sociedad española había cambiado.
Después de la desaparición de El Caso, editado en Almería, Abad (2016) puso en marcha
en 2014 una edición digital del semanario, bajo el dominio elcaso.net, pero sin lograr
buenos resultados. Fue una iniciativa en Internet para probar , ya que disponía de un editor
de periódicos ya programado. Se trataba de otro producto periodístico, apostando por las
nuevas tecnologías y enfocado también al público hispanoamericano.
El 22 de abril de 2016 salía al mercado español El Caso, bajo el subtítulo “semanario de
sucesos”, editado por El Caso del Siglo XXI, S .L. y dirigido por Joaquín Abad. Impreso
en Madrid y con una tirada de más de 100 000 ejemplares, aprovechando nuevamente
la marca comercial del semanario de Eugenio Suárez, a raíz de la emisión de Televisión
Española (TVE) de la serie “El Caso. Crónica de sucesos”. La publicación aparecía con
una edición renovada en formato revista, tamaño bolsillo y a todo color. Estaba disponible
cada viernes en los kioscos a un precio de 2,50 euros y acompañada con un facsímil de
los ejemplares más destacados tanto de El Caso de Suárez como del semanario editado
por Abad. Esta nueva iniciativa empresarial duró 13 números. En la “Carta del director”,
firmada por Abab (2016), aclaraba que relanzaba un nuevo El Caso.
Hace veinte años cerramos la edición impresa de un El Caso clásico porque entendimos que era el momento de cerrar una etapa. Continuó en Internet y en formatos digitales contando crímenes de América del Sur, mucho más horribles que los españoles, por supuesto. Ahora que volvemos a relanzar un nuevo El Caso, me encuentro con historias que no son muy diferentes de las que se daban hace 30, 40 años. Los que están cercanos al poder, los ricos, los conectados con Zarzuela, con ministros, se creen blindados y cometen fechorías sin temor a pisar la cárcel (Abad, 2016: 2).
Dejó de imprimirse en papel, pero continúa en formato digital, bajo el dominio ya creado de elcaso.net (https://www.elcaso.net/) y con las secciones “Nacional”, “Mundo Insólito” y “El Caso Hispano” (informa de la nota “roja” o “policial” de los países de Hispanoamérica). Abad actualmente es el fundador y presidente ejecutivo de la empresa Cibeles Group, LLC, que tiene a su cargo publicaciones y sedes en España y EE. UU. Es miembro de la AEEPP (Asociación Española de Publicaciones) y presidente de la Asociación Española de Publicaciones Digitales. También es director del periódico digital mil21.es.
NOTAS
1. Empresa creada en España en el año 1964, formada por anunciantes, agencias y medios, viene certificando la difusión de las publicaciones periódicas (diarios y revistas) desde 1964 y sitios web en Internet desde 1997.
Desde 2014 se denomina Información y Control de Publicaciones, S. A.
2. El Servicio de Información Bibliográfica y Referencia nos ha indicado que se trata de un material no prestable y que no se encuentra escaneado. Es así que los investigadores deben acudir a la biblioteca a consultarlo,
independientemente de que puedan escanear puntualmente alguna página concreta y enviarla, previa solicitud al
correo electrónico (informacion.bp.al.ccul@juntadeandalucia.es). En nuestro caso, la biblioteca nos ha informado
sobre los fondos existentes en esta materia y nos ha facilitado escaneadas dos portadas y una contraportada.
3. El veterano periodista de investigación y escritor criminalista Juan S. Rada está especializado en crónica negra (roja) y misterio, policiales y casos criminales. Ha escrito varios libros sobre esta temática.
4. Margarita Landi estaba considerada como una experta en temas de investigación criminal. Colaboró en series como “Mis crímenes favoritos” en Telemadrid y “Código Uno” en TVE 1.
5. Jesús Carlos Fernández Sedano fue director hasta 1985, aunque siempre figuraba como “director en
funciones”.
6. La construcción del Estado de las autonomías fue un proceso por el cual las regiones y nacionalidades de España accedieron a la autonomía tras la promulgación de la Constitución Española de 1978. Comenzó en
1979 y acabó en 1995. Se crearon 17 comunidades autónomas, 2 ciudades autónomas (Ceuta y Melilla) y
1825 entidades locales. Ello provocó una descentralización administrativa y judicial. Este reconocimiento de
la autonomía territorial jurídica y administrativamente se materializa en una profunda descentralización hasta
el punto de que el funcionamiento efectivo del Estado español se asemeja al propio de los Estados federales.
7. La ciudad de Almería y su provincia pertenece a la región o comunidad autónoma de Andalucía, situada
al sur de España. En concreto pertenece a la denominada Andalucía occidental y sus costas dan al Mar
Mediterráneo. Uno de sus carencias más evidentes son las comunicaciones, aunque con el paso del tiempo
han ido mejorando.
BIBLIOGRAFÍA
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octubre de 2014). Semanario “El Caso”. Recuperado de https://www.aeepp.com/noticia/1621/noticias-asociados/semanario-el-caso.html
Asociación de la Prensa de Madrid, APM (29 de abril de 2016). Joaquín Abad: “El
Caso” ya no puede dar noticias, lo que tiene que hacer es profundizar en los
temas. Recuperado de https://www.apmadrid.es/joaquin-abad-el-caso-ya-no-puede-dar-noticias-lo-que-tiene-que-hacer-es-profundizar-en-los-temas
Bernaldo de Quirós, R. (10 de junio de 2014). Joaquín Abad, periodista de combate. Recuperado
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