Mediations and socio-digital interactions related to self-medication among young university
students in Mexico
Alberto Farías Ochoa
https://orcid.org/0000-0002-8630-6988
Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México
Recibido: 08/08/2024
Aceptado: 17/09/2024
Para citar este artículo:
Farías, A.
(2024). Mediaciones e interacciones sociodigitales
relacionadas con la automedicación en jóvenes universitarios de México.
Correspondencias & Análisis, (20), 92-116. https://doi.org/10.24265/cian.2024.n20.03
Resumen
El
artículo reporta los resultados de una investigación concluida que indaga el
hábito de la automedicación en jóvenes universitarios de México. La indagación
partió del supuesto de que los jóvenes universitarios que practican la
automedicación refuerzan dichos hábitos a través de las mediaciones que
sostienen con sus pares a través de las redes sociodigitales.
Se trató de un estudio de tipo exploratorio con enfoque cualitativo que emplea
la etnografía como método particular y se sirve de entrevistas a profundidad y
de entrevistas semiestructuradas como técnicas de recopilación de la
información y análisis. En la investigación se identificaron coincidencias en
las prácticas de la automedicación y las mediaciones tecnológicas en jóvenes
estudiantes de México con las que refieren otros trabajos sobre jóvenes de
América Latina. La automedicación en los jóvenes se encuentra en crecimiento,
la accesibilidad a los fármacos es muy sencilla principalmente en los países en
vías de desarrollo y las plataformas sociodigitales
aportan nuevos canales para la adquisición de medicamentos de diferente índole.
La automedicación en la población estudiantil universitaria requiere de una
atención inmediata de manera multidisciplinaria, debido a que el problema se
sitúa en distintas dimensiones que ponen en riesgo a este segmento poblacional.
Palabras clave: estudiantes universitarios de
México; plataformas sociales y fármacos; automedicación; salud mental
Abstract
This paper reports the results
of a concluded research investigating the self- medication
practice among university students in México. The study suggests
that young university students who practice self-medication
reinforce this behaviour through social media among their peers.
This exploratory research had a qualitative approach and incorporated ethnography and
interviews (in-depth and semi-structured)
as methods for collecting data for further analysis. During the study,
several coincidences were found about
the practice of self-medication among university students in Mexico, and other investigations reported the same
practice among other university students in Latin America. Medication in young people without
physician supervision is increasing every
day, and accessibility to pharmaceutical products is very
common, especially in developing countries. Furthermore, social networks give university students new channels for acquiring medicines. Self-medication in university students requires special attention from multidisciplinary approaches to study
the phenomenon through different dimensions and prevent several risk possibilities
among this population.
Keywords: Mexican university students; social media
and pharmacy; self- medication; mental health
Introducción
La
presente investigación indagó acerca de las prácticas de la automedicación en
jóvenes universitarios en México, específicamente observó aquellos canales de
información y comunicación, mediante los cuales, dichos jóvenes adquieren e
intercambian información relacionada con la adquisición y consumo de
medicamentos. De acuerdo con la Organización Panamericana para la Salud (OPS),
la práctica de la automedicación ha crecido de manera constante en los últimos
años y con ella han aumentado también los riesgos de afecciones irreversibles
en la población que acude al uso de medicamentos sin previa consulta médica.
Según
la OPS se observa que la población de adultos jóvenes es uno de los segmentos
que en mayor medida ha incrementado el consumo de medicamentos sin evaluación
médica. Las motivaciones para el empleo de medicamentos por parte de los
jóvenes son cada vez más diversas, estas pueden ser desde la prevención del
contagio de enfermedades estacionales hasta la recuperación del ciclo del sueño
por alteraciones emocionales, principalmente en el caso de estudiantes. Al
respecto se aprecia también un aumento significativo en la adquisición de
medicamentos a partir de 2020, año en el que la emergencia mundial SARS
COVID-19 motivó a la población a sobredimensionar las estrategias de prevención
de los contagios (Organización Panamericana de la Salud, 2021).
La
investigación parte desde una mirada global en la que diferentes estudios ya
perciben un incremento de la práctica de la automedicación en jóvenes estudiantes
de diferentes universidades en el mundo, sin importar el área geográfica o la
especialidad de orientación en su rama educativa.
Frente
a este panorama general sobre el aumento de la práctica de la automedicación en
jóvenes universitarios, esta investigación hace particular énfasis en
identificar las condiciones de información, comunicación y retroalimentación
que se dan a través de las plataformas sociodigitales,
las que, además, se encuentran relacionadas con el uso de medicamentos no
prescritos por un profesional de la salud. Casos como el que reporta la
investigación de Soares et al. (2022) ponen el acento en los riesgos de las
llamadas redes sociales como medios que promueven la desinformación ante el
cuidado de la salud. Así, se parte del supuesto de que jóvenes universitarios
de México hacen uso diario de las plataformas sociodigitales
con diferentes propósitos de vida cotidiana, sin embargo, en ellas también
encuentran refuerzos e incentivos que facilitan el acceso y uso de medicamentos
sin consulta médica.
A
lo largo de la investigación se recurrió a diferentes datos relacionados con
hábitos de vida, condiciones sociodemográficas y experiencias relativas con la
salud en jóvenes estudiantes, sin embargo, el trabajo apuntó sus observaciones
a las condiciones de comunicación mediada por tecnología en comunidades
digitales de jóvenes con el propósito de identificar las relaciones entre el
uso de redes sociodigitales y la automedicación.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha divulgado de manera reiterada los
riesgos individuales y sociales de la práctica de la automedicación. La OMS ha
hecho énfasis –por medio de diferentes declaratorias– en la necesidad de hacer
frente y combatir el incremento del autoconsumo de medicamentos, no solamente
para propiciar diagnósticos correctos y evitar la llamada drogorresistencia,
sino que, también, alerta sobre las condiciones de alteraciones en la población
debido a la pérdida de efectividad de los tratamientos para conglomerados que
han generado variaciones en sus cargas virales (Ahmad et al., 2021).
En
las primeras décadas del siglo XXI, el incremento del acceso a la medicación
creció considerablemente gracias a la comercialización y las lógicas de mercado
global que permiten el flujo de productos farmacéuticos entre las diferentes
geografías. Junto con lo anterior, las variantes de fórmulas de patente y las
llamadas genéricas han propiciado el abaratamiento de productos permitiendo más
fácil acceso a la automedicación para la población que los compra en puntos de
venta populares como el supermercado, la botica del barrio e incluso en las
instituciones educativas. Al respecto, Molina, et al. (2002), desde los inicios
del siglo XXI, advertían los impactos de la globalización y la extensión de la
industria farmacéutica que en el caso de los llamados países no
industrializados representaban ya un riesgo debido al conocimiento limitado
sobre la composición del producto por parte de la población, así como la
amenaza constante de las condiciones de imposición de las marcas líderes ante
la inaccesibilidad de la variedad de opciones y la poca elasticidad de ese tipo
de mercado impuesto.
Con
el propósito de recrear una perspectiva general esta investigación se apoyó en
datos como los que presentan Torres et al. (2022) y Lifshitz
et al. (2020), quienes revelan el crecimiento y la popularidad del consumo de
medicamentos sin previa prescripción médica en la población mexicana. Además,
se tiene que en el caso de estudiantes de nivel superior la automedicación
llama la atención debido a que dichos jóvenes pertenecen a un segmento
poblacional en el que se presumen condiciones de información y educación
superiores al promedio de la población, sin embargo, la evidencia indica que
los estudiantes recurren de manera cada vez más constante a la automedicación
bajo el pretexto de necesidades de salud inmediata.
Ávila
et al. (2017) señalan que la automedicación está muy presente en las
poblaciones contemporáneas, y en el caso de jóvenes crece más esta tendencia
debido a factores como el fácil acceso, la mercadotecnia y la publicidad de
muchas farmacéuticas a través de los medios de comunicación que han promovido
el acceso casi inmediato de fármacos de todo tipo. Este estudio muestra el
resultado de su investigación en el que se reporta que el 100 % de sus jóvenes
encuestados se automedican, sobre todo para mitigar las molestias de las
llamadas enfermedades comunes y/o estacionales.
En
la revisión de otros casos, Alfaro et al. (2019) ilustran sobre la
caracterización de jóvenes de Costa Rica que recurren a la automedicación con
resultados similares a los de otros países de Latinoamérica. El estudio
concluye que la mayoría de los estudiantes encuestados se automedica buscando
atender los principales padecimientos que suelen ser dolor de cabeza y
resfriados estacionales. También señalan que son los estudiantes del área de
salud los que más se automedican, lo que, sin duda, se encuentra relacionado
con su conocimiento sobre el tema. No obstante, la investigación poco señala
sobre las condiciones económicas y de acceso a la compra de fármacos, a
diferencia de Chacón-Cordero (2022) que advierte que Costa Rica es un país con
fácil acceso a medicamentos populares en la población. Este dato es una
variable que contribuye a que los jóvenes consuman fármacos
indiscriminadamente, por lo que urge una regulación más estricta. Por otro
lado, Pesce (2024) afirma que la gran variedad de
fármacos que en Argentina se promueve, a través de nombres y fórmulas
genéricas, evidencia una gran cantidad de posibilidades de que no siempre
coincidan con las regulaciones y normas internacionales como las de la OMS.
En
continuidad con estas indagatorias, desde una perspectiva más global, Martínez
et al. (2022) hacen una revisión actualizada del fenómeno de la automedicación
en jóvenes de diferentes países y continentes para analizarla con la finalidad
de establecer relaciones que permitan comprender este fenómeno desde una
perspectiva más allá de la región latinoamericana. Entre los hallazgos de la
investigación se encuentró que también en los países
que son considerados potencia económica como Estados Unidos, Francia e India la
automedicación se ha extendido entre la población identificando al segmento de
jóvenes universitarios como los que más acuden a esta práctica, principalmente
porque se perciben a sí mismos como inmunes a los efectos secundarios del
consumo de fármacos, o bien, porque consideran tener motivos para no detener
sus actividades escolares debido a la alta exigencia a la que se someten como
universitarios.
El
objetivo de esta investigación fue analizar la relación entre las interacciones
en las plataformas sociodigitales Facebook, Instagram
y TikTok por parte de jóvenes universitarios de
México y la práctica de la automedicación, para establecer condiciones recurrentes
que sugieran la posibilidad de que dichas plataformas incentivan, promueven,
difunden o, en general, facilitan el acceso a los fármacos para la
automedicación.
Metodología
La
investigación realizó un trabajo de tipo exploratorio sustentado a partir de un
paradigma cualitativo en el que interesa abordar, con la mayor posibilidad de
detalles, las características que jóvenes universitarios de México refieren
ante la práctica de la automedicación y las interacciones mediadas por las
plataformas sociodigitales Facebook, Instagram y TikTok. El estudio partió de la inducción con casos
representativos para establecer relaciones con perspectivas más generales a fin
de entender el fenómeno, lo que según Kaufmann (2022), implica partir de una
serie de premisas naturales observadas en el caso de estudio con expectativas
flexibles de lo que se espera encontrar.
A
manera de método particular se empleó la etnografía con la finalidad de
describir dinámicas naturales dadas en los entornos estudiantiles cotidianos,
en calidad de observación no participante. La etnografía, de acuerdo con
Vázquez (2023) resulta de mucha utilidad cuando el trabajo con jóvenes implica
la observación de entornos virtuales y la recopilación de experiencias
presenciales de manera simultánea, de esta forma, en la investigación se
desarrolló un sistema de observaciones etnográficas sobre las interacciones en
redes sociodigitales por parte de las y los jóvenes
participantes en la investigación, a la vez que se negociaron también las participaciones
en entrevistas presenciales.
Como
técnicas de recopilación de la información, se realizaron entrevistas a
profundidad y entrevistas semiestructuradas con ejes de discusión establecidos
según las primeras observaciones derivadas de la etnografía en redes; lo
anterior de acuerdo con Robles y Hernández (2024) con el propósito de la
recuperación de la perspectiva y las experiencias de primera mano desde los
participantes y sus vivencias con el fenómeno. Además, la incorporación
aleatoria de las entrevistas semiestructuradas propició una diversificación de
temáticas no previstas en la investigación, lo que enriqueció el aporte
espontáneo de preocupaciones e intereses de las y los jóvenes universitarios
participantes que otorgaron variables que no se habían considerado en el inicio
del estudio.
Las
observaciones etnográficas en redes y la ejecución de entrevistas se llevaron a
cabo entre los años 2020 y 2023, periodo en el que se vivió también la pandemia
SARS COVID-19. Dichas entrevistas se desarrollaron con estudiantes matriculados
en las siguientes universidades: Universidad Autónoma del Estado de Chiapas;
Universidad Autónoma de Yucatán; Universidad Anahuac
de Cancún; Universidad Lasalle; Universidad Autónoma Metropolitana (Campus
Xochimilco); Universidad Pedagógica Nacional (Campus Ajusco); Universidad
Autónoma de Sonora; Universidad Autónoma de Baja California; e Instituto
Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (Campus Monterrey). Las
instituciones de educación superior representadas por jóvenes participantes en
el estudio pertenecen a estados del norte, centro y sur de la República
mexicana, de las cuales seis son públicas y tres son privadas.
A
lo largo de los tres años de observaciones y entrevistas, se realizaron 11
entrevistas a profundidad y 24 entrevistas semiestructuradas breves e
informales otorgadas por el estudiantado en el propio escenario universitario;
dichas entrevistas se aplicaron a estudiantes de diversas áreas de estudio, a
excepción de estudiantes del área de la salud por su posible sesgo por el
conocimiento de fármacos.
Tabla 1
Distribución
de aplicación de entrevistas a jóvenes universitarios
Nota.
Entrevistas realizadas entre los años 2020 y 2023 en los campus universitarios
de cada una de las universidades citadas.
Tabla 2
Criba analítica en función de usuarios y plataformas
Nota.
Información recopilada mediante observaciones en entornos digitales entre los
años 2020 y 2023.
A
lo largo de los tres años de investigación se observó a través de cuentas
digitales en plataformas como Facebook, Instagram y TikTok
a más de 70 jóvenes universitarios que generan contenido en dichas plataformas
de manera pública. Además, para caracterizar sus participaciones se les
contactó para que de manera voluntaria y anónima proporcionaran datos
demográficos como edad, ciudad de residencia y área de estudios. Cabe precisar
que se seleccionaron estas plataformas en concordancia con los estudios de
Rodríguez y Enciso (2023) y los de Cruz y Miranda (2021) quienes constatan que
estas redes sociales son las más populares en el estudiantado universitario de
México.
En
relación con el trabajo de recopilación y análisis de las interacciones se
registraron un total de 120 interacciones ejecutadas por 70 usuarios de
plataformas, quienes más tarde refirieron ser residentes de los estados de la
República en los que se ubican las universidades consideradas (Chiapas,
Quintana Roo, Yucatán, Ciudad de México, Sonora y Nuevo León). Todos los
usuarios tenían entre 19 y 25 años; eran estudiantes activos en programas de
pregrado de ciencias sociales y ciencias administrativas, principalmente, y de
ciencias biológicas e ingenierías, en menor proporción.
Las
interacciones se agruparon y trabajaron en cribas de análisis que mediante el
software correspondiente se jerarquizó la información de manera dinámica de
acuerdo con las necesidades de observación necesarias. Así, se recopilaron 65
publicaciones de Facebook; 37 de Instagram; y, 18 de TikTok.
Todas ellas fueron anidadas en cualquiera de las siguientes categorías: (a)
consulta y/o pregunta orientativa; (b) orientación de dosis y maneras de
consumo; (c) orientación y/o promoción de ofertas de compra; y, (d) intercambio
de experiencias ante el consumo de medicamentos.
Nota.
Recopilación en entornos digitales entre los años 2020 y 2023.
Resultados de los
registros etnográficos en plataformas sociodigitales
Una
vez revisados los 120 registros de las publicaciones de los 70 estudiantes
observados en la etapa de análisis de las plataformas sociodigitales,
los resultados descriptivos fueron:
a)
La mayor parte de las publicaciones relacionadas con los objetivos de la
investigación estuvieron en Facebook, la más popular entre los estudiantes
participantes, en segundo orden de volumen en Instagram y en tercer acumulado
de volumen en TikTok. Lo anterior refuerza la
afirmación de autores como Ochoa y Barragán (2022) quienes evidencian que
–hasta el momento de la investigación– Facebook era la red social más popular
entre jóvenes latinoamericanos y la más utilizada por los mexicanos de acuerdo
con datos de DataReportal (2024). Así, dichos jóvenes
desarrollan en esta plataforma una gran cantidad de actividades de
socialización cotidiana relacionadas con temas educativos, recreacionales y de
salud.
b)
La mayoría de las publicaciones se anidan en la categoría de pregunta y
orientación, y también en que estas han desarrollado más interacción entre
pares, pues han dado respuestas múltiples y hasta han generado hilos de
sugerencias. Por otro lado, las publicaciones menos presentes en las
interacciones fueron las de experiencia de consumo.
c)
El estudiantado observado intercambia con mucha naturalidad nombres comerciales
de medicamentos y presuntos padecimientos, pero en contraste, no aportan datos
precisos como el gramaje de los medicamentos, los síntomas o tiempos del padecimiento
señalado. Además, se observa que con mucha facilidad se hacen recomendaciones
entre pares para el consumo de fármacos aun desconociendo el estado de salud de
quien solicita la recomendación.
d)
Se identifica una gran capacidad de reconocimiento de centros de compra y venta
de fármacos por parte de jóvenes incluso, en algunos casos, se aprecia cómo los
usuarios están muy pendientes de los precios, costos y ofertas de ciertas
marcas en específico. Destaca también que en la plataforma TikTok
tienen mucha presencia las farmacias mexicanas pequeñas y grandes que ofertan
de manera constante los fármacos de venta libre, pero también los de venta
controlada, es decir, en esta red se encuentra publicidad abierta y frecuente
para la venta de medicamentos y los jóvenes tienen identificadas estas cuentas
de usuario.
e) Las publicaciones en redes analizadas muestran una considerable diferencia en frecuencia y en cadenas de discusión entre las publicaciones previas y las posteriores a la pandemia SARS COVID-19. En este sentido destacan los años 2020 y 2021 con la mayor cantidad de preguntas sobre medicamentos y sus posibilidades preventivas y/o curativas de los síntomas de la COVID-19.
Resultados de la
aplicación de entrevistas a jóvenes universitarios
Como
se había señalado, otra etapa complementaria de este estudio fue la aplicación
de entrevistas a jóvenes que reconocen practicar la automedicación. Todas las
entrevistas contempladas para este estudio fueron realizadas por estudiantes de
tesis de la Licenciatura en Comunicación, con el objetivo de propiciar más y
mejor diálogo en un entorno de apertura con participantes que accedieron a
colaborar con el estudio de manera voluntaria
Una
vez analizadas las transcripciones de las entrevistas, los resultados y hallazgos
relacionados con los objetivos de la investigación fueron los siguientes:
a)
Jóvenes participantes en las entrevistas reconocen que la automedicación es una
práctica no recomendada que pone en peligro su salud, incluso, hubo
participantes que reconocieron los comunicados de la OMS y de la Secretaría de
Salud en México en los que se advierte que hay un alto riesgo en las
poblaciones ante el elevado consumo de antivirales. No obstante, también
afirman ser consumidores habituales de medicamentos por practicidad.
b)
Según el estudiantado entrevistado, en México el acceso a medicamentos es muy
fácil y relativamente barato, ya que identifican que, aunque hay muchos
medicamentos que necesitan receta médica para ser vendidos, los diferentes
fármacos se consiguen fácilmente. Aunado a lo anterior, participantes en el
estudio también reconocen diferentes modalidades de ventas de medicamentos
genéricos, que pueden conseguir a bajo costo y de manera legal.
c)
Una gran parte de los entrevistados afirman incurrir en la automedicación por
temor a enfermarse; señalan tener mucho miedo de contraer COVID-19 porque saben
de las posibles secuelas que conlleva la enfermedad. Además, reconocen que las
infecciones respiratorias y gastrointestinales son muy frecuentes en su entorno
con riesgo de contagio muy alto en las aulas y en el transporte público,
principalmente.
d)
Respecto a la visita al médico, el estudiantado participante lo considera un
gasto que no puede afrontar, o bien, le parece un gasto innecesario debido a
que percibe el contagio de enfermedades como un riesgo común al que la
comunidad estudiantil está expuesta, pero que gracias a su optimismo en su
condición de jóvenes desea sanar de manera rápida con un poco de ayuda, de
descanso y algún medicamento comercial.
e)
Asociado al punto anterior, las y los entrevistados reconocen que pueden acudir
a los sistemas de salud pública, principalmente a la red de hospitales de la
Secretaría de Salud de México; también en el caso de la mayor parte de
estudiantes de universidades públicas estatales afirman ser derechohabientes
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, las y los jóvenes
perciben los sistemas de salud pública mexicanos como burocráticos, de mala
calidad y en general con malas experiencias, datos que concuerdan con
investigaciones actualizadas al respecto como la de Rodríguez et al. (2024) en
la que enuncian una diversidad de factores por las que los derechohabientes del
sistema de salud púbica califican negativamente este servicio. En algunos casos
específicos, algunos entrevistados afirmaron ser consumidores habituales de un
medicamento por periodos superiores a un año, principalmente para dolor de
estómago relacionado con gastritis y dolor de cabeza. Al mismo tiempo estos
casos conocen las implicaciones del consumo excesivo de este tipo de
medicamentos de bajas dosis, pero también se reconocen como consumidores
cotidianos.
f)
Entrevistados en el estudio señalaron conocer maneras muy fáciles de adquirir
medicamentos, incluso saben de memoria un gran listado de medicamentos que se
encuentran de forma cotidiana en las tiendas de autoservicio, entre los que
sobresalen los antigripales. También, destaca el relato de estudiantes que
manifiesta saber cómo conseguir medicamentos controlados que requieren receta
médica, ya que solamente hace falta solicitarlo mediante los contactos y
canales adecuados.
g)
Un eje específico que apareció a partir de las entrevistas a profundidad fue el
de la venta y consumo de medicamentos controlados relacionados con problemas de
sueño, ansiedad y depresión. Algunos afirman conocer las formas de conseguir
medicamentos controlados, pero, también declaran saber que se trata de una
actividad menos conocida y que conlleva otro tipo de peligros relacionados,
principalmente, con el tráfico de drogas.
h)
Entrevistados en la investigación aseveran que el tema del consumo de
medicamentos lo socializan mínimamente con sus pares, y en algunos casos hacen
consultas mediante el empleo de inteligencias artificiales, pero no socializan
el tema con sus padres o en el seno familiar. Solamente destacan un par de
casos que socializaron consultas de empleo de medicamento de carácter
ginecológico con profesoras de su centro escolar.
i)
El estudiantado participante de las entrevistas considera que en México se
consume mucho medicamento sin consulta médica porque es muy fácil adquirirlo en
diferentes puntos de venta, pero, principalmente acusan que la automedicación
es popular entre la comunidad estudiantil debido a que existe poca cultura de la
salud preventiva y hay mucha resistencia para acudir a los sistemas de salud
pública que –aunque los consideran de buena calidad en función de personal
profesional– los consideran burocráticos e ineficientes en la prestación de
servicios.
Discusión
Según
la información recopilada en las cribas de análisis de la observación de los
entornos digitales y los relatos otorgados por el estudiantado participante en
las entrevistas, se tienen diversos ejes de discusión a los que habrá que dar
continuidad de manera interdisciplinaria para generar indagatorias específicas
que permitan una mejor comprensión del fenómeno. Al respecto, se plantean los
siguientes ejes de discusión.
a.
Las plataformas sociodigitales se encuentran
presentes en la vida cotidiana de estudiantes universitarios, dedican a ellas
un tiempo considerable de su día productivo y descargan a través de
interacciones con sus pares dinámicas de gestión de dudas y asesorías
relacionadas con las actividades escolares, sociales, comerciales y actividades
relacionadas con el cuidado de su salud. Se aprecia que en las interacciones sociodigitales las y los jóvenes refuerzan actividades que
desarrollan en el mundo presencial, sin embargo, en los entornos virtuales se
permiten incentivar variedades de su dinámica de vida presencial extendidas a
las plataformas digitales. Así, la práctica de la automedicación también ha
tenido un refuerzo creciente y preocupante en las redes sociodigitales,
destacando las interacciones de asesoría para su consumo con personal no profesional
y las publicaciones de publicidad explícita encontradas en Tiktok,
plataforma en la que empresas farmacéuticas tienen agenda de mercadeo abierto
con todo tipo de medicamentos, caso que se torna delicado porque de acuerdo con
Dawson (2021) Tiktok tiene una capacidad muy grande
de micro dirección de publicidad y difusión en segmentos muy específicos.
b.
El estudiantado participante de la investigación aportó evidencia sobre la
facilidad con la que se puede conseguir medicamentos de diferentes presupuestos
en México. A simple vista sobresale la oferta abierta de antigripales,
antidiarreicos, antinflamatorios y antivirales de uso común en supermercados y
otros sitios no especializados en la salud. El acceso a medicamentos
controlados también es reconocido por los universitarios, al señalar diversas
modalidades tales como acceso a recetas falsas, compra de manera ilegal en
puntos específicos de la ciudad (principalmente en Ciudad de México y
Monterrey) y seguimiento de redes de contactos que ayudan con la compraventa de
medicamentos controlados. En relación con lo anterior, destaca una especial y
preocupante coincidencia en algunos relatos recopilados, que muestran la
existencia de canales privados de comercio en aplicaciones como WhatsApp y Telegram en los que se pueden conseguir medicamentos
controlados (incluso importados de Estados Unidos) al interior de las propias
universidades.
c.
La socialización sobre la gravedad de la práctica de la automedicación es una
dinámica casi inexistente entre jóvenes mexicanos, el intercambio sobre las
condiciones de consumo de medicamentos no se manifiesta de manera abierta en
sus círculos sociales, mucho menos en las relaciones familiares, debido a que
lo reconocen como una actividad riesgosa que genera diferentes polémicas y
cargas sociales. Como excepción del promedio está el caso de la socialización y
orientación para el empleo de medicamentos de aplicación ginecológica con
compañeras de vivienda y con profesoras de su centro de estudios. En estos
casos la necesidad de diálogo surge debido a que se trata de medicamentos de
empleo ginecológico y casi siempre de emergencia, al considerarlos con una
carga importante de riesgo, la situación induce la búsqueda de mayor asesoría
sobre el tema por parte de las estudiantes. De este dato se desprende otra
posible línea de seguimiento, ya que estudios como los de Kardas
y Okumus (2021) apuntan que las enfermedades
ginecológicas suelen asociarse de manera común con padecimientos de salud
mental en la población joven.
d.
En la discusión de resultados se encontró también una redundancia sobre el la
percepción de la ineficiencia de los servicios de salud pública a los que el
estudiantado tiene derecho para el cuidado de su salud. Se reconoce que en los
centros de salud existe personal altamente capacitado, sin embargo, las
experiencias compartidas relatan escenarios de robustas burocracias y
deficiencias en la atención médica, por ello las y los jóvenes omiten la
atención en los sistemas de salud pública y también evitan el pago de consulta
médica en consultorios privados debido a que su condición económica en calidad
de estudiante no se lo permite. Por lo anterior, la automedicación con fármacos
populares de fácil adquisición es común en esta población ante las enfermedades
estacionales consideradas.
e.
El crecimiento del consumo de medicamentos relacionados con enfermedades
mentales, padecimientos que en muchos casos son también autodiagnosticados
por algunos estudiantes, es un tema preocupante que merece la atención de
autoridades. El consumo de medicamentos controlados para problemas de ansiedad,
depresión, déficit de atención y pérdida del sueño es cada vez más frecuente
entre el estudiantado, así lo refieren ellos mismos en sus experiencias.
Investigaciones como las de Darden y Papageorge, (2019) evidencian la creciente relación entre
la automedicación y problemas comunes en la juventud como la depresión, en
dichos reportes también se pone el énfasis en el papel de las políticas de
mercadeo para los medicamentos relacionados con enfermedades mentales y las
políticas regulatorias en los diferentes países.
f.
La falta de acompañamiento en la dinámica de vida de los jóvenes incrementa el
problema de la salud mental, ya que la falta de comunicación con los padres y
con los profesionales de la salud es evidente. A pesar de que se trata de
jóvenes informados que reconocen la importancia de la salud mental y la
necesidad de medidas especializadas para su tratamiento, es un problema que
está en incremento y que tiene inicio desde la infancia, según Atkinson y Riley
(2022). En el caso de esta investigación se encontraron también relatos que
señalan la posibilidad de compraventa de marcas comerciales con fórmulas como
la dextroanfetamina y la anfetamina, lo cual es
alarmante debido a la cantidad de riesgos que ello conlleva en distintas
dimensiones.
g.
Sin duda, la pandemia de la COVID-19 marca definitivamente un hito en el
incremento del consumo de medicamentos por parte del estudiantado universitario.
También marca un detonante histórico en la comercialización de medicamentos a
través de medios electrónicos, tanto en portales de empresas farmacéuticas de
grandes cadenas como en portales de comercio electrónico y con vendedores
independientes que se identifican como facilitadores de ciertas marcas
específicas. Este tipo de discusión coincide con informes de investigación con
perspectiva global en los que se demuestra que la práctica de la automedicación
se incrementó considerablemente en jóvenes con la pandemia de la COVID-19. Al
respecto Martínez et al. (2022) afirman que «la
pandemia por el virus SARS-Cov2, ha intensificado la práctica de la
automedicación en la población mundial, situación derivada principalmente de la
preocupación frente a las dificultades de respuesta del sistema de salud ante
la presencia de síntomas respiratorios» (p. 101). También, en evidencias como
las de Hunt (2020) se aprecia cómo la demanda de medicamentos para la atención
de la salud mental se incrementó de manera considerable durante el inicio de la
pandemia. En concordancia se estima que en diferentes países de Latinoamérica
las poblaciones aumentaron el consumo de medicamentos ante la presunta amenaza
de contagio de la COVID-19, y se pudieron monitorear las búsquedas recurrentes
en Internet y en las plataformas sociodigitales
observadas.
Conclusiones
Al
final de este recorrido de investigación en el que se recurrió a la revisión
documental, a la observación de interacciones en plataformas sociodigitales y al análisis de las entrevistas al
estudiantado universitario de México, se hallaron las siguientes conclusiones
que podrán dar sentido a nuevas indagatorias más precisas que sugieren un
seguimiento particular de fenómenos relacionados.
La
automedicación se incrementa de manera constante en todo el mundo, independientemente
de los llamados de las instancias internacionales para el cuidado de la salud y
de los organismos locales para la prevención de riesgos poblacionales por el
abuso de medicamentos. Las poblaciones del mundo –de países en vías de
desarrollo y también de los llamados países desarrollados– siguen acudiendo a
la automedicación principalmente para atender enfermedades estacionales,
destacan por su popularidad medicamentos antigripales, antinflamatorios y
antidiarreicos, al tiempo que existe una marcada preocupación por el abuso de
antivirales. Aunque la automedicación aumenta día a día en todo el mundo, en
países latinoamericanos se aprecia un acceso más fácil a los medicamentos,
sobre todo por sus políticas públicas menos rígidas y los precios económicos de
los fármacos en estas naciones. Al respecto, es indispensable una revisión de
las regulaciones en materia de venta de fármacos a escala local y global, así
como un refuerzo de la divulgación de sus riesgos entre la ciudadanía.
La
tecnología se encuentra presente entre jóvenes estudiantes para mediar y
gestionar gran cantidad de necesidades cotidianas a través de diversas
modalidades de interacción. En el caso de las plataformas digitales que
propician la llamada interacción «P2P» (Peer to Peer)
aparece también el área de la salud como un tema de gestión mediada por
tecnología entre jóvenes; principalmente se dan casos de solicitud de
orientación para el consumo de medicamentos muy específicos sin previo
conocimiento acerca de la condición clínica del solicitante, y sin
cuestionamientos éticos sobre la condición de legalidad de la compraventa en el
caso de medicamentos controlados que necesitan prescripción médica. Aunque la
investigación observó propiamente las interacciones dadas en las plataformas
Facebook, Instagram y TikTok se tiene como hallazgo
colateral el uso de canales privados para la comercialización de medicamentos
controlados a través de aplicaciones como WhatsApp y Telgram.
En este orden de ideas la responsabilidad por parte de las empresas de
tecnología es también una indagatoria pendiente en relación con la compraventa
indiscriminada de medicamentos.
El
estudiantado universitario mexicano suele calificar de ineficiente la
infraestructura de los servicios de salud pública, pero también reconoce no dar
seguimiento a su atención médica en las alternativas privadas acusando falta de
tiempo, falta de recursos económicos o porque lo considera innecesario
suponiendo que la enfermedad es una condición natural y común en sus dinámicas
de vida como estudiantes. En relación con lo anterior, se observa en los
jóvenes una consciencia de la falta de acompañamiento que tienen para la
atención de su salud, consideran que como jóvenes adultos no cuentan con el
acompañamiento adecuado para la correcta prevención de su salud. Además, en su
relato enfatizan el crecimiento de las enfermedades mentales y reconocen que
gente cercana a su círculo de convivencia han padecido afecciones en su salud
mental, pero aceptan que han optado por la automedicación para afrontar este
marco de padecimientos cada vez más comunes en esta población.
En
la investigación presentada hay puntos de coincidencia en complemento con
diversas investigaciones sobre la automedicación en otras geografías. Al
respecto, destacan como temas de interés el incremento de la automedicación de
manera general; el empleo de las tecnologías para promoción y comercialización
de fármacos de manera abierta en plataformas sociodigitales;
la apreciación de la pandemia SARS COVID-19 como un detonante para el crecimiento
de la automedicación y el comercio electrónico de fármacos; y, el señalamiento
de la ineficiencia de los sistemas de salud pública. No obstante, un hallazgo
especial en este trabajo, que se propone como punto de partida para nuevas
investigaciones interdisciplinarias y transdisciplinarias, es el alarmante
crecimiento de enfermedades mentales que conlleva también el consumo
indiscriminado de fármacos relacionados con estos padecimientos entre la
población joven, esta problemática parece avanzar cada vez más rápido debido al
fácil acceso a este tipo de medicamentos en nuestros días. Así, instituciones
educativas, gobiernos de diferentes niveles, órganos globales de regulación,
empresas farmacéuticas y empresas tecnológicas deberán considerar el problema de
la automedicación como un caso de intervención urgente para el bienestar de la
salud mundial.
Conflicto de
intereses
El
autor declara no tener ningún tipo de conflicto de intereses.
Responsabilidad ética
Declaro
que la investigación ha considerado y respetado los siguientes criterios de
ética: se han usado de manera responsable las citas y fuentes de consulta de
acuerdo con el sistema APA séptima edición; existió autorización y voluntad
para la participación del estudiantado universitario en las entrevistas y
observaciones etnográficas; los datos de las y los jóvenes participantes fueron
protegidos por la Ley Federal de Protección de Datos Confidenciales en Posesión
de los Particulares de México.
Contribución de
autoría
AFO:
elaboración total del manuscrito.
Financiamiento
La
investigación se financió con fondos de la Coordinación de la Investigación
Científica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Declaración sobre el
uso de LLM (Large Language Model)
Este
artículo no ha utilizado para su redacción textos provenientes de LLM (como ChatGPT u otros).
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Alberto Farías Ochoa
Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México.
Doctor
en Educación con orientación en Tecnologías de la Información para la
Educación. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México. Profesor e
investigador titular de tiempo completo adscrito a la Facultad de Letras de la
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-8630-6988
© Los autores. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional (CC - BY 4.0)
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